Un proyecto piloto en la Vega de Granada busca mejorar la calidad del aire y la fertilidad del suelo mediante la combinación del cultivo de chopos y cáñamo industrial, apoyado por el proyecto europeo LIFE Wood for Future.
En una innovadora experiencia agroforestal, un grupo de populicultores de la provincia de Granada, coordinados por la Confederación de Organizaciones de Selvicultores de España (COSE), ha iniciado una prueba piloto que combina el cultivo de chopos, árbole parecidos a los son conocidos en Argentina como álamos, y cáñamo industrial. Este proyecto no solo busca diversificar las fuentes de ingresos de los selvicultores, sino también regenerar el suelo y mejorar la calidad del aire.
Bajo el marco del proyecto europeo 'LIFE Wood for Future/Madera para el Futuro', que promueve la revalorización de la madera de chopos para la construcción sostenible, se ha financiado la siembra de 'Cannabis sativa' en diez hectáreas en la Vega de Granada y la cuenca del río Fardes, en la comarca del Altiplano. Este proyecto es liderado por la Universidad de Granada y cuenta con la participación de la Diputación de Granada y COSE, entre otros.
El cáñamo se está sembrando entre las filas de chopos y se cosechará en otoño. Sus fibras vegetales se destinarán a la elaboración de materiales de construcción ecológicos, como adobe y ladrillos bioclimáticos. En futuras campañas, una vez que los populicultores se familiaricen con su manejo, se podría emplear en la industria textil para la fabricación de ropa sostenible.
La gerente de COSE, Patricia Gómez, y el experto en Permacultura, Samuel Cerrudo, destacan que ambas especies se benefician mutuamente de esta convivencia, incrementando su capacidad conjunta para descontaminar y regenerar el suelo al extraer metales pesados y otras sustancias tóxicas. Esta simbiosis mejora la fertilidad del suelo para futuras campañas.
Aunque existen otros sistemas agroforestales, como el cultivo conjunto de choperas con ajos o maíz, el 'Cannabis sativa' industrial es especialmente adecuado debido a su rusticidad y adaptabilidad a diferentes tipos de suelo. Tolera bien el riego con aguas residuales y la sombra de los chopos, favoreciendo el crecimiento de los tallos que contienen la fibra útil para la industria.
Además de regenerar el suelo y captar dióxido de carbono, este proyecto permitirá recuperar un cultivo tradicional en la provincia, contribuyendo a la mejora del aire en una de las áreas metropolitanas más contaminadas de España.
Económicamente, el cultivo conjunto de cáñamo y chopo proporcionará ingresos complementarios más estables para los selvicultores, gracias a la resistencia del cáñamo a plagas y su bajo requerimiento de cuidados y abono. El cáñamo industrial se ha utilizado durante milenios y en los últimos años ha visto un resurgimiento en su cultivo para la fabricación de fibras, materiales de construcción, bioplásticos, biocombustibles y cosméticos.