A una semana de la ExpoIndustria Cannabis Y Cáñamo 2023, desde Industria Cannabis hablamos con Alejandro Bucciarelli, Cofundador de la asociación Red de Profesionales para el Estudio del Cannabis Medicinal (REPROCANN).
“Voy a estar hablando acerca de los aspectos claves a la hora de evaluar la calidad, eficacia y seguridad de preparaciones a base de cannabis y derivados, teniendo en cuenta la complejidad de la constitución química y todos los requerimientos de la industria, tanto farmacéutica como de la cadena productiva del mismo”, contó Alejandro Bucciarelli, Cofundador de la asociación Red de Profesionales para el Estudio del Cannabis Medicinal (REPROCANN), en diálogo con Industria Cannabis, acerca de su disertación en la ExpoIndustria Cannabis y Cáñamo 2023.
-¿Cuál es la importancia de que se realice la Expoindustria Cannabis y Cáñamo en Mar del Plata?
En cuanto a la magnitud del público asistente, como también del número de participantes y personas disertantes en la ExpoIndustria cannabis en Mar del Plata, tiene una gran importancia en el hecho de que permite alojar una gran cantidad de personas, pero a la vez interactuar con los referentes en la temática, vinculando a las distintas disciplinas, como también la transdisciplina en materia de cannabis medicinal y cáñamo industria
¿Cómo arrancó el trabajo con Reprocann?
En el caso de nuestro trabajo, comienza a través de la Universidad en lo que es el Área de proyectos de investigación y de extensión en el área de plantas medicinales, a lo que se suma también a partir del año 2017 el cannabis medicinal y a su vez, también en ese marco, creamos la primera cátedra libre de cannabis medicinal, la primera en Latinoamérica tendiente a abordar aspectos de la planta desde los aspectos de la legislación, el prohibicionismo, como también los aspectos medicinales, agronómicos y sociológicos de la misma.
En el caso de la Red de Profesionales para el Estudio del Cannabis, articula en los proyectos de exención de investigación de la Universidad Nacional del Sur con anuencia de lo que es la cátedra libre de cannabis medicinal.
-¿Cuáles son las líneas de trabajo de la Red?
Los ejes de trabajo de Reprocann tienen que ver con la participación en el dictado y coordinación de la cátedra libre de cannabis medicinal de la Universidad Nacional del Sur de la ciudad de Bahía Blanca.
También se suman proyectos de extensión vinculados a interactuar a través del equipo profesional y de los equipos de apoyo de cultivo de Reproccan con personas usuarias en lo que es el acompañamiento, supervisión, control de calidad de las preparaciones que utilizan, como también la reducción de daños y riesgos asociados a su uso.
Por su parte, en Reprocann también tenemos un área de investigación y desarrollo en congruencia también y acompañamiento y coordinación con cooperativas y distintas federaciones y agrupaciones que nuclean la temática del cannabis, ya sea Federación Canábica Bonaerense como también los espacios de interacción a través de congresos, exposiciones y otros eventos importantes como la Expoindustria que va a tener lugar en la ciudad de Mar del Plata.
-¿Cómo ves el potencial que tiene Argentina?
-La Argentina tiene un gran potencial para liderar el mercado del cáñamo industrial y el cannabis medicinal, ya que cuenta con superficie como para poder cultivar grandes cantidades y extensiones de tierras. Y además, la planta tiene incluso propiedades físicas remediadoras, por lo que también sería un beneficio para el medioambiente con la reducción concomitante de la huella de carbono.
Hay que destacar que es clave para estos objetivos contar con un marco regulatorio que vaya en consonancia con las necesidades de los sectores productivos y agro exportadores también. Y por supuesto, que estos marcos regulatorios tienen que tener una visión desde los órganos creadores de normas para atender esta eficacia jurídica, de modo que se asegure un mayor impacto tanto a nivel social como económico y ambiental.
Y en este contexto es importante evaluar también la experiencia de otros estados de la región que han liderado la cuestión legislativa para identificar y conocer los principales obstáculos que transformaron el potencial de una nueva industria para la exportación de materias primas y que contribuyeron a que ciertos proyectos muchas veces no prosperarán en función de sus objetivos planteados
En este sentido, es fundamental contar con la planificación adecuada de toda la cadena de valor en las licencias, sobre todo de cultivo primario de cáñamo y cannabis y, por supuesto, conocer lo que implica los aspectos burocráticos administrativos detrás del proceso de registro y patentamiento de productos derivados del cáñamo, para que esto no se conviertan en factores que a mediano y largo plazo desvaloricen la capacidad potencial de impacto económico. Por otra parte, es importante no minimizar el costo derivado de errores normativos como hemos tenido en países vecinos.
Por ende, un punto no menor es hacer un análisis de la demanda en países como el caso de algunos países de Europa como Suiza, Italia, Francia, Alemania, eventualmente República Checa, el caso de Australia en otro continente, para anticiparse y conocer exactamente qué es lo que debería producirse, el tipo de producto a producir. Hay que tener en cuenta que estos países tienen mercados de consumo de productos derivados de cáñamo y un número muy importante de industrias que tienen que ver con los bioplásticos para la industria automotriz, textil, bioenergías, alimentos, lo que son los nutracéuticos, alimentos muy particulares y, a su vez, la cosmética. Un mapeo adecuado del potencial de la demanda de la comunidad internacional y la identificación de estos potenciales compradores sería muy interesante para reducir los riesgos e incrementar los beneficios para nuestro país.
-¿Cómo analizas los primeros pasos de Ariccame?
Resulta importante la tarea interdisciplinaria en lo que sean las agencias regulatorias, como el caso de Ariccame dónde sería interesante también la incorporación de otras áreas de actuación profesional, como pueden ser las farmacias, la bioquímica, entre otras disciplinas, además de las que ya están vigentes como el área médica y agronómica.
También lo que tiene que ver con el impulso para promover determinados estándares de prácticas en el sector agroproductivo, sería importante también limitar en cierta forma la cantidad de hectáreas de siembra de cáñamo de las grandes empresas privadas, parcialmente, evitando el monocultivo y ofreciéndoles herramientas, y también incentivos para la inversión en los procesos no sólo de cultivo primario, sino sobre todo los de industrialización, porque estos últimos son los que proporcionan un mayor impacto socioeconómico en la cadena de valor del cannabis.
Para eso deberían establecerse determinados lineamientos en función de las características territoriales, en función de las jurisdicciones, y para eso el estado también debería ofrecer capacitaciones respecto a las normas gap para los procesos primarios y las gmp para que esos productos industrializados, con los fines de que todos los sectores puedan proyectar de manera correcta y concreta para seleccionar el estándar de calidad otorgado en función del mercado propuesto.