La planta de cáñamo como materia prima representa una posibilidad alternativa limpia, ecológica y sostenible para producir bioplásticos en lugar de plásticos petroquímicos que dañan el medioambiente. Qué ventajas ofrece y qué casos se desarrollan en Argentina y el mundo.
Los plásticos con compuestos a base de petróleo que liberan gases nocivos a la atmósfera contribuyen al modelo productivo que contamina y daña al medioambiente. Cambio climático, pérdida de biodiversidad y contaminación de suelos, aire y mar son distintas caras de la actual crisis medioambiental.
Cada segundo se vierten más de 200 kilos de plástico en los mares y océanos de todo el mundo, lo que representa más de 8 millones de toneladas de residuos plásticos al año. A su vez cada año mueren más de 1 millón de aves marinas y 100 mil mamíferos marinos debido a la degradación sufrida por el medioambiente acuático y causada por los residuos plásticos, químicos y petrolíferos, según un informe de Greenpeace.
Frente a esta situación, la producción de bioplásticos hechos con cáñamo representa una posibilidad para convertir este material en un potencial sustituto de los plásticos petroquímicos. El cáñamo, sostenible y biodegradable, consume cuatro veces más dióxido de carbono que otras plantas de la atmósfera y su fibra es más fuerte que las fibras convencionales.
Un caso argentino
La utilización de la planta de cáñamo, además de implicar un compromiso ecológico, mejora la calidad de los productos elaborados. “La sustentabilidad del cáñamo se basa en tres pilares: lo económico, lo social y lo ambiental”, dijo a Industria Cannabis el emprendedor de Gaia Eyewear, Mariano Percivale, quien desde 2013 produce anteojos con componentes sustentables como cáñamo y madera y acrílico reciclados.
“Elijo el cáñamo por las grandes propiedades de compresión, tracción y aguante del material. Es un elemento de bajo peso y muy resistente, igual o más que el plástico a base de acetato. El cáñamo tiene eficiencia en la cantidad y en la calidad mecánica y técnica”, destacó Percivale, quien también integra Proyecto Cáñamo, organización que fomenta y difunde las ventajas ambientales y productivas de esta planta.
El emprendedor también remarcó que en Argentina la planta podría crecer en la mayoría de sus regiones. Asimismo, en caso de aprobarse la ley para crear el marco jurídico para su industrialización, producción y comercialización -que tiene media sanción del Senado- se podrían impulsar más proyectos productivos como el suyo y sin la necesidad de importar la materia prima como él lo hace actualmente.
En Argentina la última dictadura militar asoció al cáñamo con la marihuana y la prohibió, a pesar de no contener el componente psicoactivo (THC).
“Estamos ante una planta que se puede cultivar a gran escala, crece muy rápido, no necesita pesticidas ni grandes cantidades de agua y sirve para mantener el suelo. Por eso es superior a otros elementos”, subrayó.
En tanto, Stay true, un emprendimiento que produce y vende remeras hechas con cáñamo, también difunde las bondades de esta planta para la sustentabilidad del planeta. “La fibra de cáñamo es increíblemente fuerte y versátil, adecuada para convertirse en un bioplástico altamente funcional que se puede usar para hacer de todo, desde envoltorios de alimentos hasta aviones de combate furtivos. Es más fácil de moldear y pesa menos que la mayoría de los otros materiales para paneles compuestos y es reciclable y biodegradable”, señalaron en su sitio web.
Otros casos en el mundo
El cultivo de cáñamo tiene miles de años aunque su utilización ahora es incipiente luego de la prohibición mundial que pesó sobre la planta desde los años ‘30 del Siglo XX. Sin embargo existen ejemplos de uso de cáñamo para la fabricación de plásticos en distintas industrias.
Por caso, grandes empresas automotrices como BMW, Mercedes y Bugatti incorporan plásticos de cáñamo en sus productos. Asimismo el modelo de Porsche 718 Cayman GT4 que salió al mercado en 2019 incluyó paneles de fibra de cáñamo fabricados por la empresa holandesa Hempflax.
En Estados Unidos, la empresa The Hemp Plastic Company fabrica una línea de plásticos ecológicos mezclados con cáñamo que cumplen con los estándares técnicos y de seguridad de los principales sectores, como automotriz, muebles, embalaje, bienes duraderos, agrícola, industrial y construcción, según el sitio especializado Hemp Today.