En los campos de Tacabundo, localidad conocida como “capital mundial de las rosas”, crece el cannabis no psicoactivo para la elaboración de productos comestibles y de higiene con CBD que la empresa ofrece en una tienda ubicada en Quito. Alfredo López, su confundador, dio los detalles.
“Desde los Andes ecuatorianos para todo el mundo”, es el lema de la empresa CannAndes, la primera en desarrollar cultivos legales de cannabis en este país para fines medicinales e industriales. En Tacabundo, localidad conocida por su actividad florícola, se encuentran las fincas donde crecen en dos hectáreas bajo invernadero las plantas de cannabis no psicoactivo, además de contar con una planta extractora. Mientras que el cáñamo industrial, el otro cultivo del proyecto, se desarrolla en 300 hectáreas en los campos de Guayaquil.
Alfredo López, cofundador de CannAndes, dijo a Industria Cannabis que esta empresa madre nuclea a otras pequeñas empresas, cada una con una función distinta. Por un lado, en Quito una tienda ofrece para probar los productos comestibles con CBD certificados que tiene la marca. Se destacan café, té y chocolates. La empresa, que cuenta con las siete licencias dispuso el Gobierno ecuatoriano, también produce shampoos, jabones y gel antibacterial, y planean sacar al mercado tres aguas saborizadas y cervezas.
Además de la tienda de productos con CBD y las fincas donde el cannabis crece rodeado de otro tipo de flores de exportación, CannAndes cuenta con un centro médico, una empresa de consultoría y comunicación y un centro de investigación y desarrollo para la industria.
“Tenemos varias empresas dentro de CannAndes. La que elabora los productos terminados, la asesoría de la industria, la medicinal y el join CBD house, un dispensario cannábico donde puedes tomar café o té o consumir otro producto del restaurante. Esto también sirve para concientizar y socializar el cannabis con la gente y, así, combatir los mitos y difundir los beneficios”, detalló López.
En octubre de 2020, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) emitió una norma para regular la producción, comercialización y exportación del cannabis no psicoactivo y cáñamo industrial. Cuatro años antes, López comenzó su proyecto, que presentó en una universidad pública para luego recibir el apoyo del Gobierno. “El proyecto de CBD arrancó en 2020. Llevamos dos años sembrando y haciendo la estabilización de semillas. Y este año esperamos avanzar con el cáñamo industrial”, afirmó.
López confía en el potencial del cannabis no psicoactivo y el cáñamo industrial en Ecuador para desarrollar esta actividad. “Comenzamos con la idea de vender flores y biomasa, pero luego apuntamos a agregar valor agregado. Sobre todo para contribuir a crear esta industria en el Ecuador y que sirva para desarrollar el sector en el país”, concluyó.