Empresarios y funcionarios nacionales le pusieron el broche final ayer por la tarde al II Congreso Internacional de Cannabis y Cáñamo, realizado en el Salón Auditorio de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). Convocaron a conformar un modelo de la industria cannábica argentina cuyas prioridades sean el desarrollo del mercado interno con mayores empleos registrados y con una lógica federal de desarrollo en las provincias y mayor participación de las mujeres y disidencias.
Mientras la comunidad cannábica espera la reglamentación de la Ley 27669, empresarios y funcionarios nacionales le pusieron el broche final ayer por la tarde al II Congreso Internacional de Cannabis y Cáñamo, realizado en el Salón Auditorio de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). Tras una mañana donde pidieron la reglamentación del uso adulto para impulsar la actividad, en el segundo bloque convocaron a conformar un modelo de la industria cannábica argentina cuyas prioridades sean el desarrollo del mercado interno con mayores empleos registrados y con una lógica federal de desarrollo en las provincias y mayor participación de las mujeres y disidencias.
El empresario Leandro Ayala detalló las “bases para discutir un proyecto argentino” y en esa línea pidió que la reglamentación de la ley de cannabis industrial tenga como prioridad a las PyMEs para que Argentina sea “un jugador fuerte” en el desarrollo de la industria a nivel mundial. Además invitó a que más empresarios se sumen a la actividad para impulsarla. “Lo importante de hacer este Congreso en la casa de la CAME es persuadir a los empresarios de que acá hay una actividad productiva para desarrollar, por eso nos parece estratégico que CAME nos abra las puertas”, comenzó Ayala, presidente de la Confederación Cannábica a cargo del cierre del congreso.
“Queremos debatir cuál va a ser el modelo de desarrollo para que la Argentina sea líder mundial en el desarrollo del cannabis”, prosiguió Ayala, quien expuso datos del mercado internacional del sector. El empresario propuso “crear el estatuto del trabajador cannábico y un fondo fiduciario para solventar los proyectos de aquellos productores que no cuentan con los medios para desarrollarse.
Para que la actividad económica crezca y por lo tanto también los proyectos y los empleos, Ayala consideró “clave” avanzar en “una ley que regule el uso recreativo”, así como ocurrió en países que se encuentran adelantados a nivel mundial como Canadá y Uruguay.
“Hoy tenemos cuatro genéticas nacionales, a fin de año vamos a tener más de una docena”
Gabriel Giménez, Director Nacional de Articulación Federal del INASE, detalló el rol del Estado en la promoción de la industria nacional. El funcionario del organismo dependiente del Ministerio de Agricultura se posicionó “a favor de la industria nacional, las PyMEs y el asociativismo” y celebró como una “gran alegría” que “estemos hablando de cannabis en la casa de la CAME”.
Giménez destacó el marco regulatorio del INASE durante el actual gobierno, cuya última novedad fue la habilitación de la venta legal de semillas en la Argentina. “Es el aporte que hemos hecho a la reglamentación, con eje en generar valor agregado y poniendo en valor la industria de la semilla en Argentina”, resaltó. “Hoy tenemos cuatro genéticas nacionales, a fin de año vamos a tener más de una docena”, adelantó. Por último, llamó a “defender la industria nacional” y citó el caso de la industria de Uruguay donde el 90% de “la torta de la semilla” es de empresas extranjeras y solo el 10% del Estado.
“La reglamentación tiene que pensar en el mercado interno de Argentina”
Habló en la secuencia, Benjamin Enrici, presidente de Agrogenética Riojana SAPEM, empresa que desarrolla un proyecto industrial en esa provincia. Enrici convocó a “priorizar” los desarrollos con foco en el mercado interno y mostró su optimismo con respecto a la generación de puestos de trabajo una vez reglamentada la ley industrial.
“La reglamentación tiene que pensar en el mercado interno de Argentina, por eso tenemos que tener estándares de calidad para ese mercado interno que expresen el desarrollo de nuestra industria”, dijo Enrici. Y agregó que “hay que entender que no hay en Argentina una coyuntura que genere más rédito político que el cannabis”, por las prósperas posibilidades laborales que ofrece el sector.
María Apólito, exsecretaria de Economía del Conocimiento del Ministerio de Desarrollo Productivo, explicó la vinculación entre la academia y la investigación con la industria del cannabis. “Es importante fortalecer este vínculo que ya ha dado buenos resultados en otras actividades productivas”, afirmó. “Hay herramientas para que los productores puedan acceder a la innovación y generar así conexión entre el mundo científico y el de las PyMEs”, prosiguió. “Todos los productores necesitan estar cerca del conocimiento y la innovación, Argentina tiene profesionales que le pueden aportar mucho a la industria del cannabis”, apuntó.
En representación del Senasa, Sebastián Gómez, coordinador de Fitosanitarios de la Dirección de Agroquímicos y Biológicos, valoró la conformación de la Mesa estratégica de cannabis y cáñamo industrial del Senasa y dijo que “fue un paso enorme”. “Está compuesta por diferentes representantes del organismo”, señaló. “El cannabis es un tema transversal para el organismo, esto nos va a sentar a todos los que trabajamos en el tema en el Senasa”.
Cannabis y mujeres
El segundo panel de la tarde fue moderado por la periodista Carla Czudnowsky, quien pidió la regulación del cannabis de uso adulto para impulsar la actividad y combatir los negocios del narcotráfico.
Czudnowsky presentó a Nadia Podsiadlo, abogada penalista vicepresidenta de la Cámara de Cannabis Córdoba; y a Verónica Maidana, Referente de la mesa de Cannabis industriales del Consejo de Empresarios Nacional. La mesa abordó las desigualdades que viven las mujeres en la industria y la necesidad de garantizar derechos en materia de género para enfrentar las inequidades.
Podsiadlo desarrolló las desigualdades de género que dificultan el desarrollo laboral y económico de las mujeres, debido a las brechas de género que existen en el mercado de trabajo. Advirtió además que la Ley 27669 hace apenas una breve mención a “la perspectiva de género y diversidad” como criterio para otorgar las autorizaciones por parte de la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (ARICCAME).
“A los fines de que quede contemplado en la nueva ley tenemos que cambiar el concepto de trabajo, hay que recategorizarlo con equidad de género”, remarcó.
Expositores internacionales: “Argentina tiene la capacidad de avanzar con el cáñamo industrial”
Las participaciones internacionales de la tarde fueron de Don Wirtshafter, abogado estadounidense curador en el Museo del Cannabis en Ohio, y de Mercedes Ponce de León, fundadora de ExpoCannabis Uruguay y Cannabis Business Hub. Ambos lo hicieron de forma virtual.
Wirtshafter destacó primero el crecimiento de la actividad del cáñamo en su país y luego Argentina subrayó la “asombrosa capacidad” que tiene Argentina para “crear empresas agrícolas”, y dio los ejemplos de la producción de vinos y aceites de oliva. “Ahora Argentina tiene la capacidad de avanzar con el cáñamo industrial, porque esto no lo van a hacer las grandes industrias, sino las pequeñas, y pueblo por pueblo”, resaltó.
Ponce de León dio un panorama sobre la actualidad cannábica uruguaya, hizo un balance favorable a cinco años de la venta de cannabis de uso adulto en farmacias y subrayó la mayor aceptación social a la regulación y el menor impacto del consumo en menores de edad. “Tenemos 170 licencias entregadas de las cuales 5 son de comercialización y las otras 165 de producción”, puntualizó. Con respecto a los desafíos, dijo que las flores no psicoactivas que se producen con contenidos altos de CBD “no se pueden comercializar internamente, ese es un desafío que tenemos como industrial”. “Esas flores sí se exportan, principalmente a Suiza donde se las utiliza como sustituto del tabaco para personas en vías de dejar de fumar”, finalizó.