La demanda en el mercado internacional por las flores secas de cannabis es creciente. Sin embargo, el presidente Iván Duque rechazó la firma de un decreto para permitir la exportación de flores secas. Colombia pasó de tener una legislación pionera en Sudamérica a un crecimiento de la industria cannábica promisorio, pero con fuertes trabas y condicionamientos.
El presidente colombiano Iván Duque rechazó la posibilidad de firmar un decreto que permita la exportación de flores secas de cannabis en su país, a pesar del crecimiento de la demanda mundial por este insumo. La decisión generó un fuerte malestar no solo entre los actores de la industria en Colombia, sino también en algunos funcionarios del Ministerio de Justicia vinculados en la redacción del borrador.
Actualmente en Colombia la flor solo puede exportarse a través de aceites o destilados. El 51% de sus exportaciones son a Estados Unidos, el 23% a Alemania y el 12% a Reino Unido, en tanto el porcentaje restante se reparte entre otros seis países. De acuerdo a proyecciones de la consultora New Frontier Data, las empresas que trabajan en el país podrían vender entre 10 y 30 millones de dólares anuales en flor seca. El crecimiento de las exportaciones colombianas de derivados de cannabis fue muy significativo, más allá de las limitaciones: de 310 mil dólares en 2019 a 4.5 millones de dólares en 2020.
Ese aumento podría trasladarse a datos fundamentales como la creación de puestos de trabajo: la Fundación para la Educación Superior y el Desarrollo (Fedesarrollo) señaló en un informe que el sector cannábico colombiano podría generar aproximadamente 8 mil empleos agrícolas formales para el año 2025 y 27 mil para 2030, considerando lo permitido por la legislación actual. El mismo trabajo aporta que, de permitirse la exportación de flor seca con fines medicinales, el número podría crecer aún más, dado que es el producto con mayores ventas en mercados de referencia como Estados Unidos, Alemania, Israel, Australia y Canadá.
A mediados de junio pasado, la Asociación Colombiana de Industrias del Cannabis (Asocolcanna) solicitó al presidente Duque por medio de una carta que se pueda impulsar un ingreso fuerte del país en el escenario internacional, debido a sus ventajas comparativas y los beneficios económicos que esto podría traerle a Colombia. Desde el gremio consideraron en la misiva que la decisión de exportar flores secas “le permitirá a la industria nacional de cannabis medicinal generar los ingresos y atraer la inversión necesaria para darle continuidad a los proyectos de innovación, investigación y desarrollo, cultivo y producción que están en curso y aportar así a la reactivación económica a través de la generación de empleo, exportaciones e impuestos”.
Desde Asocolcanna también apuntaron que este tipo de exportaciones dará lugar a que el país pueda “participar en el segmento de mercado más grande y rentable de la industria del cannabis medicinal a nivel mundial y uno en el cual nuestro país goza de claras ventajas competitivas y comparativas, pese a que varios países de la región avanzan a pasos agigantados en este mismo sentido”.
Las semillas de cannabis colombiano continúan ganando terreno a nivel internacional: Estados Unidos, Canadá, Uruguay, Perú, Argentina y Reino Unido, entre otros, habilitaron la importación de genéticas desarrolladas en el país con el fin de investigaciones en lo medicinal y los grandes rendimientos productivos que se han demostrado. La exportación de flores secas podría terminar de posicionar a Colombia como uno de los grandes referentes latinoamericanos de la industria cannábica.