Somos muchos y muchas las que nos preguntamos cómo será el futuro de la industria del Cannabis medicinal. ¿Habrá solo laboratorios internacionales en el gran negocio? ¿O también las pequeñas organizaciones de pacientes, usuarios y cultivadores formarán parte del mercado?
Somos muchos y muchas las que nos preguntamos cómo será el futuro de la industria del Cannabis medicinal. ¿Habrá solo laboratorios internacionales en el gran negocio? ¿O también las pequeñas organizaciones de pacientes, usuarios y cultivadores formarán parte del mercado? Estas organizaciones vienen formándose hace más de 20 años y siguen desarrollándose en todo el país. De hecho las leyes de Cannabis medicinal en nuestro territorio son el resultado de largos años de lucha inquebrantables por los derechos de los y las pacientes, usuarios y cultivadores de Marihuana medicinal.
Ahora bien, como sabemos, todos los grupos tienen como objetivo el acceso seguro a la medicina. También sabemos que deberá haber un protocolo unificado para las distintas versiones de preparados cannábicos, que el Estado tarde o temprano deberá supervisar. La situación actual es de total “anarquía” en la producción y distribución. Están bien marcadas las dos ofertas que habrá en el futuro, las corporaciones farmacéuticas con sus estrategias de mercado y distribución y paralelamente otro mercado “informal” desde el movimiento cannábico cultural. Las dos ofertas estarán disponibles y deberán coexistir.
Hasta ahora la oferta empírica es la que se impone en todas partes del mundo, sino veamos los centenares de asociaciones cannábicas terapéuticas que ya conviven en el mercado informal, estas organizaciones se han forjado en la ilegalidad y han tenido un papel preponderante en el proceso de legalización con una heroica lucha como por ejemplo: Mamá Cultiva, ARECC, entre otros. Hay muchos ejemplos de este mercado paralelo en el mundo, veamos algunos:
Harbor Health Side Center en el norte de California y su creador Steve De Ángelo es digno de analizar. Con un gigantesco dispensario de Cannabis Medicinal, es sin duda uno de los más grandes de EEUU. Claro que ya ha pasado mucho tiempo desde que el mismo Steve elegía las flores de cannabis que consideraba de mejor calidad en México en la década de los 70. Hoy gracias a las leyes cambiadas en 1996 en el estado de California es capaz de proveerles medicina a miles de pacientes.
Otro ejemplo aunque distorsionado es el de Uruguay, con sus leyes de Cannabis “recreativo” o social que desde el estado han tratado de implementar con sus confusiones de palabrerío: “No es medicinal sino recreativo pero se vende en las farmacias” y a pesar de esto el cannabis “medicinal” de mejor calidad se encuentra en los clubes de cultivo privados que también están enmarcados en la ley.
El caso de Colombia es distinto, ahí las leyes están adaptadas sólo a las grandes compañías extranjeras a pesar de que es un país naturalmente productor de cultivos ilícitos, que cuenta con una larga historia de producción ilegal, con los famosos “marimberos de la década de los 70” entre otros. Actualmente miles de campesinos están produciendo para el micro tráfico y se encuentran parcialmente fuera de la legalidad.
El debate está planteado. Será responsabilidad del gobierno y del congreso nacional Argentino que tipo de leyes se implementarán. Serán las leyes que incluyan a las y los luchadores por el acceso al cannabis, o solo se abrirán las puertas a las grandes empresas que lamentablemente, como venimos viendo se ocupan poco de lo productivo y mucho en el fraude financiero.
Mike Bifari es referente acerca de la investigación de cannabis y cáñamo en las Américas y Europa y columnista de opinión de Industria Cannabis.