Cuáles son los alcances, limitaciones y desafíos de esta nueva economía cannábica líder a nivel mundial, en el país cuya legislación es referencia para otros Estados. Qué impacto tuvo la pandemia en la actividad.
La Ley de Cannabis vigente desde octubre de 2018 en Canadá permitió que florezca una potente industria que, con un valor de US $5.500 millones de dólares, representa un 0,3% de su PBI , según un informe de la BBC. La normativa convirtió a este país en el segundo en el mundo en legalizar la venta, posesión y uso no médico, y el primero del G7 en legalizar el cannabis recreativo. Dos décadas atrás había legalizado el cannabis con fines médicos. De este modo, creó una economía completamente nueva y líder a nivel mundial en el sector. Durante la pandemia, el gobierno dispuso como actividad esencial a las tiendas, mientras que en los últimos años se extendieron en el extarnjero las grandes compañías. Estas últimas ingresaron cotizan en las bolsas de valores de Toronto y Nueva York.
Canopy Growth es la más grande del mundo y la primera del rubro en cotizar en la bolsa de Nueva York. Otras de peso son Tilray, Aurora, Aphria y Organigram. Tilray fue precursora en obtener una licencia para exportar Cannabis a Estados Unidos, con el fin de concretar investigaciones científicas. “La pandemia ha sido una gran oportunidad para la industria del cannabis. Las tiendas se consideran imprescindibles, por lo que pueden permanecer abiertas. El cannabis es legal y las personas, por el confinamiento, tienen más tiempo libre. Es la combinación perfecta para una industria en auge”, dijo desde la ciudad de Pickering a Industria Cannabis Annelene Sillet Yepez, cofundadora de Natural Budz, directora de marketing de Herbology y representante de la Confederación Cannábica en Canadá.
En un principio, la ley permitió la venta de aceites, flores secas, semillas y plantas. Pero en 2019 una nueva reglamentación amplió el alcance legalizando productos alternativos a la flor, como comestibles y vaporizadores de cannabis. Además, las empresas lanzaron este año bebidas con muy bajos niveles de THC y chocolates, entre otros productos.
Una ley pionera - Un marco legal establecido y sus primeros resultados
El puntapié para el crecimiento de la industria fue la Ley de Cannabis, tomada como modelo para otros países del mundo. Los ejes centrales de la norma son “proteger mejor la salud y la seguridad de los canadienses, alejar el cannabis de los jóvenes y mantener las ganancias fuera de las manos de delincuentes y del crimen organizado”. Asimismo, establece cómo se puede vender el cannabis, dónde se pueden ubicar las tiendas y cómo deben operar, y a quién se le permite vender cannabis. Una persona mayor de 18 años puede poseer hasta 30 g de cannabis seco o equivalente en público. Y podrá cultivar hasta cuatro plantas de cannabis por residencia para uso personal.
Se debe obtener una licencia emitida por Health Canadá para realizar diversas actividades con cannabis: cultivar comercialmente (a gran o pequeña escala), procesar en productos terminados (incluido el embalaje y el etiquetado), vender con fines médicos, realizar pruebas o investigaciones. Las provincias y territorios son responsables de determinar cómo se distribuye y vende el cannabis dentro de sus jurisdicciones. Según los últimos datos del gobierno, las provincias que más licencias federales obtuvieron para cultivar, procesar y vender cannabis con fines médicos o no médicos -más allá de la densidad poblacional-, son Ontario (127), British Columbia (123), Alberta (34) y Quebec (27).
A su vez, cada jurisdicción tiene la flexibilidad de establecer restricciones adicionales, que incluyen bajar los límites de posesión aumentando la edad mínima, restringir dónde se puede consumir cannabis en público y establecer requisitos adicionales sobre el cultivo personal. Otro avance importante en materia normativa fue la nueva reglamentación de la Ley de Cannabis, en octubre de 2019, que estableció un marco regulatorio para una serie de nuevos productos: cannabis comestible, (horneados y bebidas); extractos de cannabis (líquidos para vapear, tinturas, cera, hachís y aceite de cannabis) y tópicos de cannabis (cremas, lociones y bálsamos, y productos similares destinados a aplicarse en la piel, el cabello o las uñas de una persona).
Para el gobierno, dar acceso legal a los adultos a una gama más amplia de productos de cannabis ayudará a lograr el objetivo de desplazar el mercado ilegal y mantener las ganancias fuera del alcance de la delincuencia y el crimen organizado.Otra característica clave de la ley es el cuidado de los y las adolescentes y jóvenes, ya que prohíbe productos y sus etiquetas o empaquetados que atraigan a este público etario. También prohíbe vender a través de pantallas de autoservicio o máquinas expendedoras y cualquier promoción de cannabis, accesorios o servicios relacionados con la planta, a menos que esté autorizado por la ley.
Las complicaciones en la aplicación de la ley
En el modelo más avanzado del mundo, también hay algunos puntos débiles. Existen dificultades ligadas a la burocracia y falta de puntos de compras por fuera de los grandes centros urbanos, lo que desaceleró el traslado del mercado ilegal al legal. También hay demoras a la hora de otorgar las licencias de las tiendas y la producción.
“La capacidad del mercado legal para competir con el mercado ilegal se ha visto obstaculizada por una serie de reglas gubernamentales”, dijo a la agencia AFP Richard Carleton, director ejecutivo de la bolsa de valores Canadian Securities Exchange.
Hay diferencias entre las provincias con respecto a la entrega de licencias. La provincia Alberta, por un lado, hizo que abrir una nueva tienda minorista recreativa fuera rápido y sencillo, mientras que el proceso de concesión de licencias de Ontario fue mucho más lento. “Esto se refleja en el número de tiendas minoristas abiertas en ambas provincias. Ontario, con 14,4 millones de ciudadanos, tenía 116 tiendas abiertas a finales de julio; Alberta, con 3,4 millones de ciudadanos, tenía 500 tiendas abiertas”, precisó Cannabis Benchmarks en un reciente informe.
En el caso de los cultivadores artesanales, que elaboran una gran variedad de productos, “no pueden ingresar al mercado legal por las estrictas regulaciones”, afirmó Sillet Yepez. Precisó que esto ocurre a pesar de que “producen parches dérmicos, alimentos para animales, todo tipo de comestibles, saludables y azucarados, lápices labiales, bombas de baño y mucho más”. Agregó que en muchos casos, los productos que se pueden encontrar en el mercado legal “son de mala calidad”. Además, mencionó otras dificultades. “El cannabis tiene un precio excesivo, su empaque produce una cantidad increíble de desechos innecesarios y las pocas opciones comestibles tienen solo un 10% de THC por paquete”.
Datos públicos y la Encuesta Nacional de Cannabis
El universo cannábico de Canadá comprende también una detallada y basta información pública en los sitios webs de los gobiernos nacional y provinciales, para conocer o profundizar los conocimientos de la población sobre la planta y sus derivados. Características del cannabis, efectos en la salud, cuidado de niños, niñas y adolescentes son algunos de lostemas de los materiales. A su vez, el Estado creó la Encuesta Nacional de Cannabis (NCS), que recopila datos sobre el consumo para analizar los cambios y las tendencias en la población y velar por cumplir los objetivos de salud pública de la Ley de Cannabis.
El consumo y un mercado legal con el doble de tamaño en pocos meses
A diciembre de 2019, el 75% de los canadienses compraba aún en el mercado ilegal, según datos de Statistics Canada, la agencia del Gobierno federal canadiense encargada de recoger y compilar datos estadísticos. No obstante, según la misma agencia, en el segundo trimestre de 2020 el gasto de los hogares en cannabis legal superó al mercado ilícito por primera vez. En concreto, el gasto de los hogares en cannabis recreativo alcanzó los 648 millones de dólares en el segundo trimestre de 2020, mientras que el gasto en cannabis medicinal llegó a 155 millones de dólares. Comparativamente, el gasto en cannabis ilícito cayó a un nuevo mínimo de 784 millones de dólares. De este modo, el mercado legal ahora representa el 50,5% de todos los gastos relacionados con el cannabis en Canadá, según consignó la agencia Bloomberg.
Las ventas
Según datos del gobierno, en mayo las ventas de cannabis seco representaron el 73% de las ventas totales, con 5.712.547 unidades envasadas vendidas. Le siguieron las ventas de extractos de cannabis (14%) y productos ligados al cannabis comestible (13%). Un informe de Torkin Manes -un estudio de abogados de derecho cannábico- sostuvo que las ventas minoristas de cannabis legal en Canadá “aumentaron a $185,9 millones en mayo, lo que representa un aumento de aproximadamente un 4,2% desde abril”. Y agregó que “aunque algunos meses han aumentado y otros han bajado en las provincias, la tendencia muestra un crecimiento continuo en todo el país”. En agosto, las ventas minoristas se ubicaron en $245 millones, $12,2 millones más que en julio. Las ventas diarias promedio aumentaron en todas las provincias, con Ontario a la cabeza en este frente, según el informe mensual de Cannabis Benchmarks con base en datos Statistics Canada. El cannabis ha abierto una industria totalmente nueva para la economía canadiense y su potencial es prometedor. Según la empresa Arcview Group, se espera que las ventas de cannabis en Canadá alcancen los cuatro mil millones de euros en 2024, según el sitio oficial de la empresa.