El cannabidiol (CBD) se emplea en aceites, jabones, shampoo, geles de baño, cosméticos, lociones y bálsamos. Podría desarrollarse industrialmente con la aprobación del marco regulatorio. En qué consiste la disposición 8504 de la ANMAT y qué límites representa para los productores de cáñamo. Qué dicen las proyecciones mundiales.
Aunque el uso tópico de preparaciones a base de cannabis es milenario, actualmente es un ingrediente cada vez más frecuente en productos de la industria cosmética, debido a sus propiedades para el cuidado y la belleza de la piel.
El Gobierno nacional hizo un guiño a esta industria en noviembre con la disposición 8504 de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), que habilitó la inscripción de productos con CBD que encuadren como cosméticos, higiene personal y perfumes, con un máximo de 0,2% de THC. La norma regula las actividades de elaboración, envasado, acondicionado, importación, exportación y depósito, a la vez que la inscripción, rotulado y publicidad de los productos.
Más allá de esta resolución, para el desarrollo del sector resulta necesaria la aprobación en la Cámara de Diputados del marco regulatorio para desarrollar la producción, la industria y el comercio del cannabis medicinal y el cáñamo.
Es que en otros países grandes empresas líderes en la industria estética y la belleza como Sephora, Kiehl’s (L’Oréal), Origins (Estée Lauder) o Murad (Unilever) desembarcaron en el mercado con productos para la piel con aceite de semilla de cáñamo. Otros productos a base de cannabidiol (CBD) son jabones, shampoo, geles de baño, cosméticos, lociones y bálsamos.
“El CBD está ganando aceptación como ingrediente natural en las formulaciones con una variedad de beneficios cosméticos y de bienestar, al ser antiinflamatorio, antioxidante, antibacterial, antisebo, anticontaminación, promotor del colágeno, y como antídoto contra la ansiedad y el estrés”, apuntó el estudio Disrupting Beauty, de la firma de inteligencia de mercado del cannabis, Prohibition Partners.
Proyecciones
Un informe de Prohibition Partners sobre el sector de la industria cannábica aplicada a la cosmética calculó que el mercado mundial de cuidado de la piel con CBD alcanzó US$ 710 millones en 2018. Para 2024, estimó que podría generar ventas proyectadas de US$ 959, con un crecimiento motorizado por las ventas minoristas.
El estudio añadió que los tópicos a base de aceite de cannabis para el cuidado de la piel han sido en gran medida el sustento de este mercado, y destacó las innovaciones recientes que incluyen el desarrollo de productos con CBD para el cuidado del cabello y el cuidado solar, jabones y maquillaje.
Asimismo, según el sitio especializado Hemp Industry Daily, en Estados Unidos los productos de belleza y cosméticos representaron aproximadamente el 18% de todas las ventas de productos con CBD en 2020 y su uso seguirá en ascenso siempre y cuando haya avances normativos para establecer un marco legal federal.
En Argentina
En el país empresas como Cannamama vende productos con extractos y concentrados de CBD y THC. Entre estos, aceites medicinales, crema para dolores y quemaduras, gel post-solar, bálsamo para labios, crema corporal de guayaba y un roll-on Anti-estrés.Todos con CBD y otros cannabinoides como CBN y CBG.
Por el lado de los laboratorios, en diciembre ELEA lanzó al mercado su primera crema de cannabis con CBD, de propiedades antiinflamatorias y analgésicas. El nuevo producto lleva el nombre de la conocida marca RatiSalil, que la empresa -que tiene como accionista a Hugo Sigman- adquirió del grupo Sanofi hace dos años.
Advertencias por el límite del 0,2% en el contenido de THC
Especialistas señalaron que el límite de THC del 0,2% para los productos cosméticos a base de CBD que dispuso ANMAT, podría ser un escollo para el desarrollo de la industria cañamera en este rubro.
Así lo remarcó María Laura Sandoval, embajadora en Argentina de la Asociación Latinoamericana de Cáñamo Industrial (Laiha), durante su exposición en la ExpoIndustria Cannabis y Cáñamo que se realizó en la ciudad de Resistencia en noviembre.
“Es importante que la normativa llegue al 1%, porque cuando un productor pequeño o mediano inicia la producción de cáñamo a cielo abierto para fines industriales, es muy probable que esa genética que esté usando, cuando la tire a campo encuentre un fenotipo relacionado al clima y suelo de ese lugar y, por lo tanto, aumente su contenido de THC o se modifiquen cuestiones que no tenían pensadas”, afirmó Sandoval.
“El máximo de THC aumenta más de lo que los cañameros esperan y esto hace que pierdan las cosechas y queden por fuera de la ley. Esto va a pasar en Argentina si no lo tenemos en cuenta”, advirtió, y dijo también que se requieren capacitaciones muy puntuales para los productores para que no superar el 0,2%.