Se desarrollará en seis sedes en Montevideo, con tres tipos de premiaciones y un jurado internacional. Habrá cortos y largos de ficciones y documentales sobre todo con impronta argentina y uruguaya pero también de países de la región y de Europa. “Buscamos reforzar el diálogo con la comunidad y con la gente que le gusta el cine”, dijo Alejo Araujo, codirector del festival.
El cannabis y los avances y puntos pendientes en materia de regulación, sus beneficios comprobados científicamente para la salud, su aceptación social cada vez mayor, las posibilidades que abre su industria y cómo todos estos debates crecen en la opinión pública serán algunos de los temas que abordará la tercera edición del Festival Internacional de Cine Cannábico del Río de La Plata, que expondrá veintisiete películas de catorce países desde el lunes 15 al sábado 20 de noviembre en la ciudad de Montevideo.
“El cannabis como eje temático es la propuesta para avanzar en la desmitificación de muchos mitos que hay sobre la planta. Hay mucha información que la gente necesita saber y usar el audiovisual como herramienta es espectacular para, además, reforzarlo a través de las mesas de diálogos”, dijo a Industria Cannabis Alejo Araujo, codirector del festival junto con Malena Bystrowicz.
El FICC pondrá a disposición cortos y largos de ficciones y documentales sobre todo con impronta argentina y uruguaya pero también habrá materiales de Brasil, Perú, España, Estados Unidos, Canadá, Bélgica y Macedonia. La particularidad del caso es que por primera vez contará con competición y un jurado internacional, con tres categorías: Premio BSF al Mejor Largometraje, Mejor Cortometraje y Premio del Público. Los detalles se pueden leer en las redes sociales del festival https://bit.ly/3B2Do7D.
El cannabis es protagónico en las tramas de estas producciones y en otras su consumo es directamente parte de las vidas de los personajes como algo naturalizado. La mirada del FICC busca profundizar las discusiones y las cuestiones pendientes en torno a la planta en contraste con los enfoques prohibicionistas y punitivistas que impregnaron el cine a lo largo del Siglo XX y machacaron en la conformación del sentido común, desde Estados Unidos hasta la región.
“El cannabis es un tema que a nivel regional y nacional está cambiando muchos paradigmas y el cine no es ajeno a eso. Se está empezando a ver reflejado este tema también y por eso están apareciendo cada vez más películas y trabajos documentales”, reflexionó Araujo. “Hay películas en la programación donde la trama no es el cannabis pero está relacionado con los personajes y su vida cotidiana. Eso también ayuda a normalizar el consumo y a desdemonizar lo que se ha hecho sobre las plantas en las películas anteriormente”, reforzó.
Además de las películas, la mirada con enfoque social y comprometido con los debates de la actualidad del FICC se complementa con tres mesas de discusión sobre la realidad cannábica uruguaya y argentina donde expondrán especialistas, organizaciones y activistas en la sede de la Asociación Civil de usuarios de cannabinoides con fines terapéuticos (EMECANN). “El futuro de la regulación”, “Cáñamo industrial, una industria en potencia” y “Cannabis y salud en Uruguay” serán los tres núcleos temáticos que apuntan a estrechar el vínculo con las personas interesadas en el mundo cannábico. “Las mesas son fundamentales para dialogar y profundizar las propuestas de las películas con la comunidad cannábica”, dijo Araujo.
Esta tercera edición es la segunda en la capital uruguaya. La primera había sido en 2019 y la segunda en febrero de este año en Buenos Aires, cuando la pandemia dio un respiro y permitió exponer las películas al aire libre. Araujo adelantó que el FICC volverá a la capital argentina en febrero del 2022, con sedes en la Casa Nacional del Bicentenario y en el patio de la Manzana de las Luces.