Se trata de dos municipios que se suman a la larga lista de comunas de la provincia de Buenos Aires que desarrollan la producción de cannabis. Escobar apunta a distribuir su aceite en el sistema de salud local, mientras que en Trenque Lauquen tres emprendedores sientan las bases para la producción a gran escala.
El cannabis crece en territorio bonaerense a partir de los proyectos de investigación y producción que llevan a cabo los municipios, en muchos casos para abastecer a sus vecinos con los derivados y en otros también con proyecciones de producción a mayor escala para generar ventas y fuentes de trabajo. Desde el pionero General La Madrid, pasando por Tornquist, Saladillo, Rivadavia, Castelli, San Vicente, San Martín y Las Flores, entre otros, más de quince comunas incorporaron iniciativas cannábicas.
Los últimos casos fueron Escobar y Trenque Lauquen. En el primero, el municipio avanza con el proyecto de producción de aceite de cannabis con fines medicinales y, para eso, ya comenzó con la instalación y acondicionamiento de la planta donde realizará la producción indoor del aceite, ubicada en el Polo de Educación Superior de este partido del norte del Gran Buenos Aires.
El convenio que firmaron la Comuna, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el Ministerio de Salud de la Nación apunta a desarrollar producción en hidroponia, a cargo de especialistas del INTA y de la secretaría de Salud municipal. La planta de producción se está instalando en unos contenedores a pocos metros de la huerta agroecológica municipal de Ingeniero Maschwitz. Una vez que se avance con la primera producción de aceite de cannabis medicinal, será distribuido dentro del circuito hospitalario municipal que incluye dos hospitales municipales y otros tres centros de salud, señaló el municipio.
Cannabis medicinal y cáñamo industrial en Trenque Lauquen
En este partido del noroeste de la provincia, tres emprendedores locales avanzan a paso firme en un proyecto de producción y comercialización de cannabis medicinal y cáñamo industrial, a partir de un convenio con el municipio y en el marco de una ordenanza que el Concejo Deliberante aprobó en 2021. El cultivo de 400 plantas se desarrollará en un predio ya habilitado donde funcionará un invernadero y allí buscan tener una primera aproximación a los procesos productivos para más adelante desplegar una producción a gran escala.
Más allá de que el proyecto actualmente se enmarca en la Ley 27.350 para fines medicinales, el grupo integrado por un ingeniero agrónomo, un empresario y un cultivador tiene en la mira poder desarrollar una producción mayor que les permita comercializar productos derivados del cannabis medicinal y el cáñamo, una vez que se reglamente la nueva Ley 27.669 que regula la actividad.
El cultivo comenzará en octubre, según dijo el cultivador Bruno Martínez a medios locales. “Tenemos un convenio marco ya firmado que va camino a un convenio específico para armar un cultivo de prueba de 400 plantas de cannabis”, afirmó. Y agregó: “Estamos concretando un convenio con el INTA y otro convenio más con la Facultad de Agronomía de La Pampa que también está queriendo desarrollar, junto con nosotros, toda una estructura para el plan de estudio que va a manejar la Facultad en los próximos años ya con el cultivo de cannabis y de cáñamo incluidos en su currícula”, detalló Martínez.
El lugar donde se va a desarrollar el proyecto es un invernadero de 600 metros cuadrados con todas las condiciones de luz natural, riego y ventilación. Se trata de obtener una primera aproximación de rendimiento y evaluación de las condiciones de clima y suelo locales para luego ampliar el alcance de la producción. “Vamos a seguir trazando toda la generación de procesos definidos para que, al momento de que la ley que tenemos habilitada se reglamente, estar preparados para pasar a la gran escala”, concluyó Martínez.