El país ibérico, de esta forma, dio inicio a los debates por una ley de cannabis para la salud. La subcomisión deberá entregar un informe al gobierno en un plazo máximo de seis meses. Según una encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el 90,1% de los españoles se mostró a favor de que se legalice el cannabis medicinal.
Por 20 votos a favor y 14 en contra, el Congreso de los Diputados de España aprobó la creación de una Subcomisión para trabajar una regulación legal del cannabis para la salud, en el marco de la Comisión de Sanidad. La propuesta fue presentada por el Grupo Parlamentario Vasco (PNV) y fue apoyada por Unidas Podemos, ERC, PNV, Ciudadanos, los integrantes del grupo mixto y el PSOE, que en oportunidades anteriores había votado en contra del debate. Los votos negativos fueron por parte del PP y VOX.
Entre los objetivos de la subcomisión, se encuentra el análisis de aquellas experiencias que existen en otros países, la invitación a personas o asociaciones vinculadas con la temática para que den su opinión y la redacción de un informe para remitir al gobierno, con un plazo máximo de seis meses. Este documento contará con elementos tales como “la evidencia científica existente, debilidades, amenazas, fortalezas, oportunidades y resultados de las experiencias analizadas”, con el fin de que el gobierno lo utilice para proponer una regulación del cannabis de uso medicinal y que “las y los pacientes del Estado español de los mismos derechos y garantías que ya disfrutan miles de pacientes en otros países del entorno”.
El tema cuenta con un gran consenso en la sociedad española. Según datos de una encuesta realizada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el 90,1% de los habitantes del país está a favor de que se legalice el cannabis para la salud. Otro número que se desprende de este estudio es que el 49,7% apoya el uso recreativo de la marihuana.
Una de las asociaciones de la sociedad civil que más notoriedad ha cobrado en los últimos años respecto a esta temática es el Observatorio Español de Cannabis Medicinal (OECM), integrado por investigadores, médicos y grupos de pacientes que usan cannabis medicinal en sus tratamientos. Desde ese lugar, buscaron el contacto permanente con diversos partidos políticos que pudieran escucharlos y plasmar una propuesta a nivel legislativo.
El OECM considera que los hechos recientes en torno al cannabis para la salud, como la salida del cannabis de la Lista IV de Estupefacientes de la ONU, como la posición a favor de la Organización Mundial de la Salud sobre los tratamientos con la planta y sus derivados, además de la construcción de una mayor evidencia científica, son motivos que empujan a que desde los partidos políticos puedan apoyar el debate y “analizar con objetividad el estado actual del cannabis para uso medicinal mediante informes de expertos en la materia”. En el grupo de los expertos se incluyen profesionales de la salud, investigadores, profesionales del derecho y los pacientes que llevan años utilizando cannabis para sus tratamientos.
A su vez, el Observatorio Europeo del Cultivo y Consumo de Cannabis (OECCC), sostiene que la futura regulación que se construya debe ser para ayudar a las personas y no para único beneficio de las compañías farmacéuticas. El OECCC es otro de los actores asociativos fundamentales en el debate que se dará en la subcomisión, debido a que han estudiado a fondo no solo las diversas experiencias legislativas por el mundo, sino también que, a través de su investigación sobre las licencias, pudieron conseguir que un paciente en España solicite una licencia para el autocultivo, hecho que por primera vez sucedía en el país.