En el marco de la Expoindustria Cannabis y Cáñamo, Guillermo Amandola y Maite Pita, fundadores del club cannábico Amandolamaria y pareja en la vida real, compartirán sus experiencias sobre la gestión de clubes cannábicos en Uruguay y debatirán sobre los retos actuales y futuros de la regulación del cannabis.
Este sábado 27 abril, en el contexto de la Expoindustria Cannabis y Cáñamo, el espacio Galpón 11 en Rosario será el escenario de una charla imperdible titulada "Regulación de clubes en Uruguay y consumos problemáticos".
Los expositores, Guillermo Amendola y Maite Pita, son pareja y fundaron el Club Cannábico Amandolamaria.
El evento, programado de 19:30 a 20:30, ofrecerá una perspectiva única sobre la evolución de los clubes cannábicos en Uruguay desde la regulación del cannabis hace una década. Amendola y Pita compartirán su experiencia en la creación y manejo de la Asociación Civil Club Cannábico Amandolamaria, una iniciativa que comenzaron para sustentar a su familia. Maite, como Presidenta de la asociación civil Club Cannábico Amandolamaria, y Guillermo, como el técnico responsable ante el Instituto IRCA, han navegado por los retos y oportunidades que presenta la industria del cannabis legal.
"La charla que vamos a dar recorre una línea de tiempo de lo que ha sido la regulación desde sus inicios, al cambio de gobierno, con el cambio de paradigma y otra vez la persecución a los microproductores y en lo que estamos actualmente. Vamos a atacar en esa línea de tiempo, tenemos 10 años que han pasado varios sucesos, desde una ley medicinal que mientras no existió, el vacío legal le permitía a los microproductores producir y actualmente a través que hay una ley medicinal dejó de estar en ese vacío y pasaron a estar criminalizados. Entonces hablar desde el punto de la regulación, lo que es una regulación integradora que camina hacia una despenalización y una regulación que termina cediendo un prohibicionismo maquillado que favorece a algunos pocos. ¿Cuáles son las diferencias, pros y contras? Tenemos una línea de tiempo bastante larga para recorrer”, contó Guillermo Amendola a Industria Cannabis.
La charla que vamos a dar recorre una línea de tiempo de lo que ha sido la regulación desde sus inicios, al cambio de gobierno, con el cambio de paradigma y otra vez la persecución a los microproductores y en lo que estamos actualmente. Vamos a atacar en esa línea de tiempo, tenemos 10 años que han pasado varios sucesos, desde una ley medicinal que mientras no existió, el vacío legal le permitía a los microproductores producir y actualmente a través que hay una ley medicinal dejó de estar en ese vacío y pasaron a estar criminalizados. Entonces hablar desde el punto de la regulación, lo que es una regulación integradora que camina hacia una despenalización y una regulación que termina cediendo un prohibicionismo maquillado que favorece a algunos pocos. ¿Cuáles son las diferencias, pros y contras? Tenemos una línea de tiempo bastante larga para recorrer”, contó Guillermo Amendola a Industria Cannabis.
¿Cuáles han sido los principales desafíos que han enfrentado los clubes cannábicos desde la regularización hace 10 años?
Maite Pita: Los principales desafíos han sido mantener la cantidad de socios para que el club sea sustentable económicamente . Esto se da a qué solo por la ley podés ofrecerles a los socios las flores, no podemos generar ningún otro ingreso por medio de la variedad en la cual se puede trabajar con la planta.
A partir de la experiencia acumulada durante estos años, ¿qué cambios o ajustes consideran necesarios en la legislación actual para fomentar un mayor crecimiento y eficiencia en la industria cannábica en Uruguay?
Maite Pita: Permitirle a los clubes trabajar con las semillas y derivados de la planta. Sin tener objeción de pasar por los controles del IRCA ( Instituto de Regulación y Control del Cannabis ) con los cuales venimos trabajando hace muchos años con una excelente relación. Permitir una apertura de mercado dándole la oportunidad de regularizar la venta a los autocultivadores. Dejar de perseguir y encarcelar a las personas por trabajar del cannabis.
Estamos conformes con la regularización pero hay mucho terreno para ampliar, para ganar derechos como trabajadores cannabicos.