Tras una semana con cuatro reuniones conjuntas de comisiones, la iniciativa para regular la industria del cannabis medicinal y del cáñamo industrial obtuvo dictamen en el Senado. Las modificaciones resultantes del debate se discutirán en el recinto la próxima semana.
El trámite legislativo en el que se busca la sanción del proyecto de ley para el desarrollo de la industria del cannabis medicinal y del cáñamo industrial tendrá su próxima etapa la semana que viene: las comisiones de Agricultura, Ganadería y Pesca, de Presupuesto y Hacienda y de Seguridad Interior y Narcotráfico emitieron dictamen favorable para el debate en el recinto.
Adolfo Rodríguez Saa, senador por el Frente de Todos San Luis y presidente del plenario de las comisiones, destacó que se generó un amplio consenso para un “dictamen acordado”. El puntano aclaró que hay dos modificaciones que se incorporarán una vez que el proyecto se trate en el pleno. Una de ellas fue el pedido de los gobernadores de San Juan y de Jujuy a Matías Kulfas para que en el artículo 3 el cáñamo que cuente con autorización estatal previa no sea considerado estupefaciente a los fines de la ley penal. El segundo agregado fue una solicitud del senador del Frente de Todos Catamarca, Dalmacio Mera, para que las autoridades de la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (ARICCAME) envíen informes periódicos al Poder Legislativo sobre las actividades desarrolladas.
Antes de proceder a la firma del dictamen, senadores y senadoras pidieron el uso de la palabra. María de los Ángeles Sacnun, del Frente de Todos Santa Fe, afirmó que “incorporar este tema al debate público ha sido muy auspicioso e importante. Esta es una enorme oportunidad para que pequeños y medianos productores puedan trabajar en materia de diversificación productiva”.
En esa misma línea, y en el marco de un racconto sobre las características productivas de su provincia, Mendoza, la senadora por el Frente de Todos Anabel Fernández Sagasti aseguró que “tenemos la posición de ser un líder natural, no solo por nuestras condiciones climáticas sino también por nuestra innovación científica, en uno de los eslabones principales: la semilla. Con un marco regulatorio apropiado tenemos todo para desarrollarla”. En igual sentido se pronunció Silvina García Larraburru, del mismo bloque por Río Negro, con la esperanza de un aporte significativo de esta industria para la generación de empleo en las provincias.
El acuerdo con el dictamen del proyecto fue casi unánime, a excepción de Alberto Weretilneck, senador de Juntos Somos Río Negro, quien expresó que no iba a firmar el dictamen y que votará en contra del proyecto de ley. “Esto hay que enmarcarlo dentro de la salud pública, por lo tanto, el debate tiene que ser mucho mayor. No creo que estemos en condiciones de controlar esta actividad tan riesgosa y complicada”, sostuvo, al mismo tiempo que aseguró que “es una ley profundamente capitalista. Esto es un paso previo a ceder el negocio a las multinacionales”.
El proyecto que se debatirá la semana que viene establece “el marco regulatorio de la cadena de producción, industrialización y comercialización de la planta de cannabis, sus semillas y sus productos derivados para uso industrial y/o medicinal, incluyendo la investigación científica, con vistas a satisfacer el mercado local y generar exportaciones”. Las jornadas de trabajo legislativo de la última semana indican que se encamina sin problemas a la media sanción y a su giro a la Cámara de Diputados para su discusión y sanción definitiva.