Investigadoras de la Unicen y la UNSJ están desarrollando supercapacitores utilizando tallos, hojas y raíces de cannabis medicinal. Este proyecto busca sustituir los carbones activados importados por alternativas locales y sostenibles, aprovechando los residuos vegetales para impulsar la tecnología y la sostenibilidad.
Un grupo de especialistas de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (Unicen) y la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ) está llevando a cabo un proyecto innovador que está causando sensación en el mundo científico. Se trata del desarrollo de supercapacitores con residuos de la industria de cannabis medicinal. Estos dispositivos de almacenamiento son capaces de guardar y liberar energía de forma rápida y eficiente.
Utilizando tallos, hojas y raíces de cannabis Sativa L., las investigadoras están creando carbones activados, un material clave en la fabricación de supercapacitores. Este material poroso facilita la carga y descarga de energía de acuerdo a las necesidades de los dispositivos que alimenta.
Los supercapacitores son esenciales en equipos que requieren una alta potencia de arranque, como celulares, computadoras y autos eléctricos. A diferencia de las baterías tradicionales, los supercapacitores proporcionan energía de manera rápida cuando se requiere. Actualmente, la mayoría de los carbones activados utilizados en estos dispositivos son importados y no sustentables. Por eso, la iniciativa de las científicas argentinas busca sustituir estos materiales por opciones locales y ecológicas, aprovechando residuos industriales vegetales.
Florencia Jerez, una de las ingenieras detrás de este proyecto, resalta que el objetivo principal es reemplazar los carbones activados importados por aquellos producidos localmente a partir de residuos disponibles en la región. Además de reducir la dependencia de las importaciones, esta iniciativa también busca promover la sostenibilidad al utilizar residuos de cáscaras de frutas, verduras, poda de olivo, rastrojo de trigo y maíz.
A pesar de los desafíos de trabajar a distancia debido a la pandemia, el grupo de trabajo formado en 2019 ha logrado avanzar significativamente en sus investigaciones. Gracias a la colaboración con empresas privadas, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), las científicas han evaluado diversas opciones de residuos vegetales para su proyecto.
Este proyecto se enmarca en un contexto de crecimiento de la industria del cannabis medicinal en Argentina, con iniciativas tanto en Buenos Aires como en San Juan para valorizar los residuos generados. Sin embargo, la incertidumbre sobre la continuidad del apoyo gubernamental plantea desafíos significativos. A pesar de los avances realizados, las investigadoras necesitan de los fondos prometidos para poder escalar el proyecto y llevarlo a la realidad.
En síntesis, el desarrollo de supercapacitores con residuos de cannabis no solo puede impulsar la industria tecnológica argentina, sino que también abre la puerta a prácticas más sostenibles y económicas. Al aprovechar residuos vegetales para la fabricación de estos dispositivos, se reduce la dependencia de materiales importados y se promueve una economía circular donde los desechos se convierten en recursos valiosos.