Industria Cannabis dialogó con Juan Martín Hotasegui, Presidente de la Asociación Civil Cogollos del Oeste, sobre cómo surgió la organización y qué actividades impulsan desde allí, así como la visión del panorama de una regulación integral del cannabis en Argentina.
Juan Martín Hotasegui es el Presidente de la Asociación Civil “Cogollos del Oeste”, cuyo eje principal es la producción de conocimiento sobre las plantas. En comunicación con Industria Cannabis, el Presidente de Codelo habló de los orígenes de la asociación por la necesidad de pensar un trabajo colectivo y de la importancia de la articulación entre las organizaciones cannábicas para poner las demandas del sector en agenda.
La Asociación Civil nace en 2012, después del debate por la despenalización en el Congreso. Mediante un grupo de cultivadores, necesitaban organizarse para brindar seguridad a sí mismos porque los cultivadores en solitario corren más riesgo. Cuando están organizados corren menos riesgos por el hecho del laburo en colectivo y desde distintos medios legales que tienen para cualquier inconveniente. En 2012 se empezó a trabajar de lleno en la lucha. En 2014/2015 se empezaron a dictar talleres y en 2016 se obtuvo la personería jurídica. También se participó por la Ley de Cannabis medicinal y finalmente obtuvimos la sede en 2018.
El nacimiento es en 2012 y nace con esa necesidad de agruparse y de poder llevar a cabo esta lucha entre todes.
Hay un tema de derecho humano que nosotros consideramos. La asociación tiene la premisa de estar a favor de la despenalización del consumo de cualquier sustancia. A eso vamos a apuntar más allá de si se regula o no se regula el cannabis. Para nosotros los usuarios no son criminales. Vemos que ese tema tiene que estar acompañado desde el ámbito de salud y no el de seguridad.
Con respecto a la Ley de Cannabis medicinal, en su momento se esperaba otra Ley, quizás. Cuando salió en 2017, se esperaba una Ley más abarcativa que contemplara más condiciones de salud, que contemple el autocultivo, por supuesto. Eso no pasó. Nosotros desde Cogollos del Oeste consideramos que siempre que el cannabis se pone en discusión y que, cuando se saca algún tipo de Ley o reglamentación al respecto, son avances, son pasos hacia adelante que damos y hay que seguir luchando para seguir consiguiendo cosas. Así lo vimos en ese momento, acompañamos la lucha del Consejo Consultivo Honorario, de las organizaciones que lo integraban para la nueva reglamentación. Nosotros leímos el borrador del decreto para cannabis medicinal y nos parece que es una Ley completamente diferente, mucho mejor, más abarcativa, que pone al Estado como protagonista todo el tiempo haciéndolo cargo no solo de que se cumplan los tratamientos de la gente que no puede acceder al cannabis, sino también de las investigaciones para conocer más tratamientos posibles. Consideramos que, si bien no es la Ley ideal y que entendemos que no existe la planta medicinal y la planta recreativa, la planta es una sola y los usos son todos terapéuticos. Y si bien consideramos que no deben haber dos leyes para la misma planta, son pasos adelante que se dan. Siempre que el cannabis se pone en discusión, es un poco más de lo que teníamos antes.
Nosotros en Cogollos del Oeste integramos el Acuerdo por la Regulación Legal y, desde el Acuerdo, que está firmado por más de 50 organizaciones y tiene cinco puntos sobre los que se quieren hacer las bases de la Ley, no solamente se busca la regulación del cannabis para el uso sino también el aprovechamiento industrial que tiene toda la planta. Sin dudas, creo que Argentina es un país que podría sacarle mucho provecho a eso, por el tamaño del país, por la cantidad de campos que tiene, y se va a apuntar a eso. La Ley no puede quedar solamente en la utilización de los cogollos, de la flor y descartar todo lo demás porque tiene muchísimos usos y muchísimos beneficios económicos que podría traerle al país, sin dudas: puestos de trabajo, exportación. Consideramos que es posible que el cannabis se vuelva una commodity (ya lo es mundialmente), pero verlo de esa manera en el país. El Acuerdo apunta a eso, obviamente que siempre es necesaria una decisión política y, en un país como este, la decisión política y la decisión del campo también va a ser fundamental para la regulación seguramente.
Cuando arrancó la cuarentena, nosotros teníamos entre cuatro y seis talleres por mes, aproximadamente uno por semana y lo dábamos en la sede. Cuando se estableció la cuarentena, tuvimos que descifrar cómo íbamos a conseguir el dinero para seguir alquilando la sede y cómo íbamos a hacer para seguir el contacto con la población con la que nosotros trabajábamos. Surgió la idea de pasar a la modalidad online, que nos permitió llegar a muchísima más gente. Ahora tenemos gente en los talleres de todo el país; de hecho, se asoció mucha gente que vive fuera del AMBA.
La Comisión de los Talleres se encarga de producir todo lo que es el contenido, organizar los talleres y dictar las clases. En su mayoría, los que dan los talleres son cultivadores con muchos años de experiencia. También están ingresando profesionales: ahora tenemos un ingeniero agrónomo que dicta un taller de plagas, y tenemos veterinarios de una organización del sur de Neuquén que dan talleres de cannabis veterinario, taller de hongos alucinógenos, que es de los más solicitados. Lo que tratamos de hacer con los talleres sobre cannabis es cubrir cualquier tipo de necesidad con la planta y cualquier duda de los cultivadores. Entonces tenemos taller sobre cultivo en indoor, talleres más esporádicos para exterior, los martes tenemos talleres sobre temas más específicos como el de control de plagas que decía antes. Los talleres son ideados por cultivadores para cultivadores y todos los talleristas son cultivadores. Eso es lo que se podría destacar de Cogollos del Oeste, que es una organización de cultivadores para cultivadores.
Creo que va a depender mucho el hecho de cómo volvamos a la normalidad, las condiciones que ponga el Gobierno de la Ciudad para eventos, pero somos muy optimistas porque la pandemia nos permitió llegar a un montón de gente que no nos conocía, que nos conoció a través de los talleres. Duplicamos la cantidad de socios en la pandemia. Encaramos una serie de mejoras en la sede para que el día de mañana podamos reabrir y recibir a les socies y a la gente que quiera realizar talleres o para algún evento, como stand up, varietés o ferias. Creemos que vamos a poder expandirnos un poquito más y eso nos va a ayudar a crecer.