En el contexto del debate nacional acerca del rol de los Estados provinciales, el impacto del desarrollo de la industria para las economías regionales y la incorporación de cooperativas para la producción de cannabis medicinal y cáñamo industrial, Industria Cannabis dialogó con Piero Liebman, secretario de “La Entrerriana”, que es la primera cooperativa del sector en Argentina.
En el marco de la discusión legislativa del proyecto que prevé la regulación de la industria del cannabis medicinal y del cáñamo industrial, algunos aspectos que cobraron notoriedad –sobre todo en el trabajo de comisiones del Senado– es el lugar que tendrían los Estados provinciales en la aplicación de la ley propuesta por el Ejecutivo nacional; así como el potencial del sector para la reactivación de las economías regionales y, en este punto, bajo qué figuras se podrían incorporar quienes busquen insertarse en las diversas etapas de la cadena de valor por fuera de las iniciativas estatales o de empresas.
La provincia de Entre Ríos se adelantó a ese debate y el pasado mes de mayo dio sanción definitiva a la Ley 10894 de Accesibilidad al Cannabis con Fines Médicos, Terapéuticos o Paliativos del Dolor. El texto de la normativa habilita la producción con fines medicinales para las economías sociales y populares, lo que incluye a asociaciones civiles, fundaciones, mutuales y cooperativas. Al calor de esa discusión pionera, nace la idea de crear la primera cooperativa cannábica del país: “La Entrerriana”.
Piero Liebman, abogado y secretario de la Cooperativa, participó del comité redactor del proyecto de ley provincial durante el año pasado junto con su colega Javier Orduna, presidente de La Entrerriana. En diálogo con Industria Cannabis, Liebman sostuvo que una de las particularidades de la ley de Entre Ríos es que “pone en tema la responsabilidad en cabeza del Estado provincial y reconoce el acceso al cannabis como una pata más del derecho humano a la salud”, donde se garantizan los testeos gratuitos de los aceites.
En cuanto a la decisión de incorporar a las cooperativas en la norma, el abogado señaló que se vincula a una realidad diaria: las asociaciones que producen aceites y que tienen conocimientos sobre el cultivo pero por su condición legal no pueden generar lucro sobre esas actividades. En este sentido, dijo: “buscamos que las cooperativas puedan convertirse en una vía de acceso para todas esas personas que cuentan con conocimiento, con saberes y con dedicación que son perseguidos por la ley. Eso tiene que cambiar”.
“La Entrerriana” se encuentra conformada actualmente por diez personas relacionadas con el cannabis desde diferentes aristas: el cultivo, la salud, el laboratorio, el marketing y el derecho. La intención fue no solo materializar lo propuesto por la Ley 10894, sino también generar una apertura a que otras personas o asociaciones puedan incorporarse al mercado del cannabis medicinal. El principal objetivo es “aumentar los flujos de ingreso a la provincia y los puestos de empleo en una provincia que es muy necesario, no sobra nada”, puntualizó Liebman.
La Cooperativa se propone comenzar con el cultivo entre los próximos tres y seis meses, bajo la modalidad indoor. En cuanto a la adquisición de las semillas, Liebman explicó por qué no importarán por el momento: “vamos a buscar potenciar a los desarrolladores locales de semillas. También hay importadores de semillas y eso es un mercado en sí mismo acá en Argentina que nosotros buscamos que se regularice”, dijo.
En el plan de la Cooperativa, se pueden distinguir tres grandes ejes: el primero, la producción de distintos aceites testeados y seguros para los pacientes, adaptados en su composición para el tratamiento de diversas patologías; segundo, el acento en la investigación ya que, de acuerdo a lo que expresó Liebman, “tantos años de prohibicionismo nos dejan atrás en materia de nuevos desarrollos”; tercero, la creación de puestos de trabajo. En ese último aspecto, el Secretario de la Cooperativa destacó la posibilidad de crear empleos genuinos y registrados y se mostró esperanzado en que, conforme avancen las cosas en el sector, puedan expandirse o que otras cooperativas en Entre Ríos puedan hacerlo.
“La Entrerriana” se radicó en Concordia, donde vive una parte mayoritaria de sus integrantes; una ciudad con mucho movimiento económico. Para Liebman, “es importante que los desarrollos de cannabis empiecen en puntos neurálgicos y luego en otras partes de la provincia”. A su vez, otra de las ventajas es el fuerte acompañamiento que han tenido por parte de la Dirección de Asociaciones Mutuales de esa ciudad, donde iniciaron el trámite de inscripción.
El próximo paso sería la aprobación de la cooperativa por parte del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) provincial y la posterior aprobación del INAES nacional, que tendrá que realizar su evaluación conforme a la legislación provincial. Para esto, desde la cooperativa se ofrecieron a realizar reuniones donde se aborde la ley entrerriana con el fin de que el organismo nacional pueda tomar la decisión con ese conocimiento más detallado. Al respecto, Liebman afirmó que ven “una voluntad a nuestro alrededor de que la cosa avance”.
Con relación a cómo analiza el impacto que puede tener el desarrollo del cannabis para las economías regionales, el abogado sostuvo que cuando se reúnen con intendentes o gobernadores y “ven la oportunidad económica que puede representar para nuestro país el acceso al cannabis, es cuando más permeabilidad a nuevas ideas encontramos”. De esta manera, caracterizó como “fundamental” la protección de las economías regionales en la cadena de valor del cannabis. A su vez, Liebman se mostró esperanzado en que la provincia de Entre Ríos “pueda tener una ley propia que tenga que ver con lo productivo” que pueda dar su impronta, en el marco de la legislación nacional que se encuentra pendiente de debate en la Cámara de Diputados para su sanción definitiva.