Argentina se encuentra atravesada por una gran paradoja: mientras se avanza en regulaciones para el autocultivo de cannabis con fines medicinales, siguen las detenciones a cultivadores por parte de las fuerzas de seguridad. En la provincia de Buenos Aires, las organizaciones cannábicas marcharán a la gobernación para pedir por la liberación de los detenidos.
El martes 22, a las 12 hs, la militancia cannábica convocó a una manifestación frente a la Casa de Gobierno de la provincia de Buenos Aires para pedir el
cese a la persecución a los usuarios cultivadores detenidos en la provincia.
Ana Daneri, integrante del Frente de Agrupaciones Cannábicas Bonaerenses y del Colectivo de Salud Comunitaria y Cultivo de Cannabis “La Semilla”, expresó en diálogo con Industria Cannabis que en el acto leerán un documento que se le entregará al gobernador Axel Kicillof.
En ese escrito, se pide “el cese a la persecución y el hostigamiento no solo a los usuarios y cultivadores de cannabis, sino también a los profesionales de la salud”, además de “una pronta reunión con el gobernador” debido a que se tratará el proyecto de regulación del cannabis medicinal a nivel provincial. “Tenemos que estar en las mesas de trabajo. Hasta el momento ninguna de las 45 organizaciones que formamos parte del frente y otras que son muy activas, no hemos sido consultadas para que esas leyes sean armadas a imagen de lo que estamos necesitando”, manifestó.
Daneri sostuvo que “la información es la base de todo, tenemos que seguir peleando por eso y que se nos escuche, que llegue al gobernador nuestro reclamo y también a la justicia”. Y agregó que como organizaciones insisten “con las capacitaciones a las fuerzas de seguridad, al Poder Judicial y al Poder Ejecutivo, también a la comunidad en general. Eso también es un rol importantísimo del Estado, que tendría que estar cumpliendo hace rato”.
A su vez, la integrante del Frente de Agrupaciones Cannábicas Bonaerenses apuntó que “es muy grave” cuando “sancionan una ley, la salen a festejar por todos los medios, pero no tienen la delicadeza de aclarar que esa ley todavía no está en funcionamiento y que muchos de esos compañeros y compañeras que están presas es porque creían que sí era legal”.
En el país, mientras se debaten regulaciones sobre el cannabis medicinal y se permite el autocultivo con ese fin a través de leyes, siguen –y con mucha fuerza– las detenciones a cultivadores. La situación es preocupante. Las fuerzas de seguridad, bajo un paradigma punitivista, persiguen, detienen e inician causas a personas que cultivan en el ámbito privado.
El titular de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), Diego Iglesias, afirmó que actualmente el 40% de las causas del fuero federal son por tenencia para consumo personal. En tanto, 4 de cada 10 personas presas lo están por infracción a la Ley 23737 y más del 60% no tiene condena, según datos de la Procuración Penitenciaria de la Nación.
En la provincia de Buenos Aires alrededor de 500 personas se encuentran detenidas por uso y cultivo de cannabis. Al respecto, Daneri sostuvo que “no tenemos un número preciso porque supuestamente llegan a las casas por denuncias anónimas, que normalmente son inventadas, sin contar que en muchas ocasiones van sin orden de allanamiento”.
A su vez, la activista detalló que “la mayoría de estas personas tiene un estado de salud crítico”, además de que ese estado es el de todo el núcleo familiar. “Terminan en calabozos con gente que ha hecho cosas terribles o han pasado años atravesando un proceso judicial en cárceles comunes. La experiencia de esa gente es tremenda, no tienen la posibilidad de volver a tener una vida normal”, manifestó.
El caso más resonante del último tiempo, por el nivel de espectacularización al que fue sometido por el ministro de seguridad bonaerense Sergio Berni, es el de Daniel Tornello. Con un video publicado en Twitter, el ministro bautizó como “Cara de cannabis” a Tornello, además de asegurar que era un delincuente que vendía marihuana y que tenía “un enorme indoor”.
La esposa de Tornello explicó en diálogo con Fernando Soriano para Infobae que ella tiene epilepsia refractaria y su marido un trastorno psiquiátrico. Es por ese motivo que Daniel Tornello tenía 70 plantas en su casa y fabricaba aceites para que ambos pudieran tratarse. “Rompieron bestialmente todo, como si fuésemos delincuentes”, contó.
Ana Daneri detalló que “toda la familia de Daniel tiene certificado de discapacidad, por lo cual ese aceite y esa terapia es indispensable. Él también vaporiza, es una manera de demostrar que la terapia cannábica no es solo tomar aceite”. Asimismo, apuntó que “si el caso se hizo conocido, fue por la ridiculez a la que se prestó Berni” y que “es difícil de aceptar que un gobierno por un lado intenta darte una ley que te ampare y que el mismo gobierno haga todo lo contrario”. En tanto, señaló que “no se están tomando el tema como se lo merece”. Daneri puntualizó que “se había logrado que las fuerzas de seguridad tenga otra mirada y otros accionares, luego tuvimos cuatro años de un gobierno detestable que celebraba estas prácticas y las impulsaba”, además de un fuerte arraigo en la actualidad de la conducción de las fuerzas y sus integrantes que sostienen la persecución y que “avasallan todo derecho”.
“Es doloroso ver que el gobierno en el que se confió hoy se comporta de una manera muy parecida como cuando veíamos a la ministra Bullrich con tres plantas de marihuana diciendo que habían atacado el narcotráfico”, subrayó la activista cannábica.
La lógica del show contribuye al aumento de la criminalización y la estigmatización a cultivadores, a una visión reduccionista de las políticas públicas sobre drogas y a una gran desinformación a la ciudadanía. “Es indefendible lo que hizo Berni” expresó Leandro Ayala, emprendedor cannábico y presidente de la Confederación Cannábica Argentina.
El emprendedor manifestó su preocupación por las detenciones en relación, también, con el desarrollo industrial del cannabis: “cada vez estamos más cerca, pero siempre y cuando tengamos compañeros, compañeras, ciudadanos perseguidos, encarcelados, esta industria no se va a poder desarrollar de una manera justa y con posibilidades para todos”, expresó.
A su vez, Ayala remarcó que “hay emprendedores que por vender semillas están pagando con cárcel, no nos podemos olvidar de ellos. Algunos tienen procesos judiciales sin cárcel también”. Y que “pensamos en el todo y creemos en la construcción colectiva. Por eso, basta de presos por cultivar”.
El presidente de la Confederación Cannábica Argentina expresó que es necesario que la ministra de gobierno de la provincia de Buenos Aires, Teresa García, “tenga en cuenta a los pequeños productores, a empresarios pymes, pequeños laburantes que buscan un lugar después de tantos años de lucha. Sería injusto que la cultura cannábica y sus militantes, después de tantos años de lucha, queden por fuera del marco de desarrollo productivo”.
Ayala finalizó con la afirmación de que “llegaremos a la victoria siempre y cuando los gobernantes y la justicia se pongan del lado del pueblo”.