La diputada del Frente de Todos destacó que este año será el de la aprobación de la iniciativa para desarrollar la industria, el comercio y la producción. Remarcó el impulso oficialista y el apoyo opositor. El Ejecutivo convocará a sesiones extraordinarias, aunque se espera que el proyecto se trate en comisiones -por segunda vez- durante el periodo ordinario.
Atrás quedó el traspié de diciembre para la sanción en la Cámara de Diputados del proyecto que establece la regulación de la cadena de producción, industrialización y comercialización del cannabis medicinal y del cáñamo. La falta de quórum, debido a la postura que adoptó la oposición de Juntos por el Cambio de negarse a tratar en el recinto otros proyectos (Ley de Envases), frustró el brindis de fin de año con la ley aprobada.
Pero todo indica que en los primeros meses del 2022 finalmente la Cámara Baja aprobará el proyecto, que había recibido media sanción del Senado en junio del año pasado. La duda que se mantiene es si el tratamiento será en sesiones extraordinarias durante enero y febrero, o bien a partir de marzo una vez en marcha el periodo ordinario.
Fuentes de la Casa Rosada dejaron trascender que en los próximos días se publicará el decreto con la convocatoria oficial a sesiones extraordinarias, mientras el Ejecutivo prepara un temario con fuerte impronta de iniciativas económicas y productivas para apuntalar la recuperación. Aun así, no definieron si el proyecto cannábico será parte de ese menú o deberá esperar para después del 1º de marzo.
“Existe la voluntad política de que este proyecto salga, desde las autoridades del bloque hasta del Presidente”, confió a Industria Cannabis Mara Brawer, diputada nacional del Frente de Todos que colaboró junto con su compañera de bancada, Carolina Gaillard, en la elaboración del proyecto del Ministerio de Desarrollo Productivo.
Más allá de la situación de mayor dificultad en la que quedó el oficialismo con respecto a la correlación de fuerzas en Diputados luego de las últimas elecciones legislativas, la diputada por la CABA remarcó que el proyecto impulsado por el Frente de Todos cuenta con los consensos de las otras bancadas. “En la Cámara están los números de los votos. Lo acompañan los distintos bloques”, subrayó.
A la espera de las definiciones del Ejecutivo, otras fuentes parlamentarias y de la industria consideran que lo más probable es que el proyecto se trate directamente en las sesiones ordinarias. Vale remarcar que la iniciativa deberá debatirse nuevamente en las comisiones de Agricultura y de Presupuesto y Hacienda, con sus nuevas autoridades e integrantes tras el recambio legislativo. Las comisiones entran en función una vez abierta la Asamblea Legislativa por el Presidente el 1º de marzo.
Con esta normativa, el Gobierno prevé poner en funcionamiento la nueva matriz productiva del cannabis y del cáñamo a través de la promoción de mecanismos de autorizaciones para los productores y comercializadores, y estrategias de seguridad, fiscalización y trazabilidad en la cadena. A su vez, apunta a complementar la Ley 27.350, cuyos proyectos aprobados en distintos puntos del país se limitan a la investigación y el uso de la planta y sus derivados con fines medicinales, terapéuticos y/o paliativos.
De cara a lo que vendrá tras la sanción, Brawer sostuvo que “en el caso del cáñamo, es una industria que genera muchas oportunidades, pero no es la panacea. De hecho en los países que está permitido generar divisas, no ha revolucionado la industria del bioplástico, por ejemplo. Pero sí va a tener un desarrollo sostenible y los proyectos que se hagan seriamente van a funcionar”, concluyó.
El potencial económico para el desarrollo de la actividad del cannabis medicinal y el cáñamo industrial para el año 2025 se proyecta en 10.000 nuevos empleos, US$500 millones en ventas al mercado interno anuales y US$50 millones de exportación anuales, según cálculos del Ministerio de Desarrollo Productivo.