Es el tercer país del continente americano en legalizar la marihuana. La iniciativa deberá volver al Senado para modificaciones, pero cuenta con el apoyo de la mayoría de esa Cámara.
El día llegó. Luego de la sanción de la ley de cannabis medicinal en enero pasado, México dio un paso más, aunque hay aspectos donde reparar y seguir debatiendo. Por 316 votos a favor, 129 en contra y 23 abstenciones, la Cámara de Diputados mexicana aprobó el proyecto de legalización del cannabis de uso recreativo.
Si bien la iniciativa mexicana volverá al Senado por algunos cambios en el dictamen aprobado en esa Cámara, tiene el apoyo de la mayoría de sus integrantes para su aprobación definitiva. Es que el texto debatido preveía la creación del Instituto Mexicano de Regulación y Control de Cannabis (IMRCC) como autoridad de aplicación; pero los Diputados dieron su negativa a este Instituto y propusieron que sea la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic), dependiente del Ministerio de Salud, el organismo a cargo de este tema. Otro de los cambios en la normativa aprobada por Diputados agrega la obligación de solicitar licencia para tener plantas de marihuana en un domicilio particular con una renovación anual de la misma.
El proyecto establece que las personas mayores de 18 años podrán tener hasta 28 gramos. Si la persona vive sola, podrá tener hasta seis plantas en su vivienda y, de ser dos que consumen, ocho plantas. Se podrá consumir en el ámbito privado (no enfrente a menores de edad) y habrá locales de venta al público autorizados por el organismo de aplicación.
A su vez, se dará la posibilidad de crear clubes cannábicos con un mínimo de dos personas asociadas y un máximo de 20, todas mayores de edad, que podrán plantar hasta cuatro plantas por socio. Estos lugares no podrán hacer promoción o publicidad.
Organizaciones sociales vinculadas a políticas de drogas encuentran preocupante que, si bien se establece una cantidad de portación legal de marihuana, sigue existiendo el delito de posesión simple y bregan por un cambio en el Código Penal Federal.
Además, el proyecto aprobado indica que, quienes quieran consumir en sus casas, deben hacer modificaciones en sus viviendas a fin de que el humo no sea inhalado por personas distintas a quienes consumen. Este aspecto fue duramente cuestionado debido a que, entienden, da vía libre a la extorsión o abusos de autoridad por parte de las fuerzas de seguridad.
En cuanto a la cadena productiva del cannabis, el proyecto delinea un sistema de licencias para productores. Las mismas tienen cinco categorías: la primera tiene que ver con el cultivo, para la compra de semillas o esquejes, la siembra y la cosecha; la segunda licencia refiere a los procesos de fabricación; la tercera a la comercialización y distribución de los productos; la cuarta a la importación o exportación, que incluye al cannabis no psicoactivo; y la quinta es una licencia de investigación científica.
De acuerdo a la información del Grupo Promotor de la Industria de Cannabis (GPIC) mexicano, para el año 2025 México podría concentrar un mercado que genere alrededor de 10 mil millones de dólares, convirtiéndose en uno de los más grandes a nivel mundial. Lo ocurrido en ese país implica un nuevo impulso a la eliminación de las prohibiciones para el cannabis en América del Norte. En Estados Unidos, los demócratas han trazado la eliminación de la prohibición a nivel federal como horizonte para este 2021.