El presidente de la Cámara Argentina del Cannabis delineó cuáles son los principales desafíos de la industria para este año. Pidió que no haya demoras en Diputados para el tratamiento del proyecto de cannabis medicinal y cáñamo, y que se construyan criterios comunes al interior del Estado para la futura reglamentación.
“El primer paso de este año sería conseguir una rápida sanción de la ley en Diputados. Y si tenemos esa suerte, la expectativa es que el Ejecutivo le de una rápida reglamentación”. Así sintetizó Pablo Fazio, presidente de la Cámara Argentina del Cannabis (ArgenCann), cuáles son sus perspectivas para el 2022, centradas en que el Congreso finalmente apruebe el marco regulatorio para desarrollar la producción, la industria y el comercio del cannabis medicinal y el cáñamo.
Fazio es emprendedor y empresario PyME. Preside Argencann, una cámara empresaria creada con el objetivo de promover la investigación, el desarrollo y la expansión de la industria del cannabis en Argentina.
Aunque aún no fue confirmado oficialmente, el Poder Ejecutivo incluiría el proyecto en el temario que se tratará en las sesiones extraordinarias durante enero y febrero. La iniciativa cuenta con media sanción del Senado y su tratamiento en Diputados se había frustrado en diciembre por la falta de quórum.
Mientras más de 50 países han avanzado en algún tipo de regulación o legalización para el cannabis en sus diferentes usos, en Argentina los sectores que podrían impulsar la industria reclaman el tratamiento de la ley. Es que para 2025, según el Ministerio de Desarrollo Productivo, se podrían generar 10.000 nuevos empleos (alto porcentaje en I+D+i), US$ 500 millones en ventas al mercado interno al año y US$ 50 millones de exportación al año.
“En la medida en que tengamos marco regulatorio, seguramente se van a poder ir desarrollando una gran cantidad de emprendimientos”, añadió Fazio. Hasta el momento, los proyectos en curso en distintas provincias del país se limitan a la investigación y el uso de la planta y sus derivados con fines medicinales, terapéuticos y/o paliativos.
El empresario pidió que haya criterios comunes al interior del Estado para la futura reglamentación y aplicación de la normativa, para evitar dilaciones como ocurre con la Ley 27.350 y la dificultad de usuarios para inscribirse en el REPROCANN. “Podés tener una ley muy holística, con la mirada puesta en poner en marcha el aparato productivo a través de esta industria, pero si después las pequeñas agencias del Estado, como ANMAT, SENASA y otros organismos como el Banco Central no trabajan en la misma sintonía, vamos a enfrentar dificultades”, advirtió.
En esa línea, pidió que “el debate interno no quede dominado por visiones que tengan una mirada restrictiva o conservadora porque seguramente después, a nivel de resoluciones o disposiciones menores de organismos de segundo y tercer nivel, será ahí donde se dará la batalla final respecto de cuáles son las condiciones en las que Argentina se inserte” en el mercado cannábico.
“Lo que de alguna manera tenemos que hacer es levantar la voz y poner luz sobre los aspectos que pudieran ser problemáticos a la hora de poner en marcha la industria y tratar de no tropezar con las piedras que tropezaron otros países”, amplió Fazio.
Según un informe de ArgenCann, en caso de sentar las condiciones para su desarrollo, el cannabis medicinal podría alcanzar a 5,2 millones de potenciales usuarios para los tratamientos de las patologías más comunes para las que se suelen usar sus derivados.
A su vez, en el plano laboral, Argentina podría generar al menos 40.000 puestos de trabajo para el año 2030. “El reto para lograr estas cifras se encuentra en la habilidad y disposición que tenga el Estado para la implementación de la normativa local que logre incentivar la producción de cannabis y cáñamo con fines industriales”, señaló ArgennCann.
Vale remarcar que en Estados Unidos, sólo durante el 2020 -pese a la situación económica provocada por la pandemia del COVID-19- se crearon 77.300 nuevos puestos, según reportó Leafly. La evolución del mercado laboral de la industria del cannabis en Estados Unidos viene marcando un acentuado crecimiento de aproximadamente el 161% en los últimos 4 años.