El activista y empresario estadounidense, uno de los más destacados de su país, habló con Industria Cannabis sobre los ejes de su conferencia durante la ExpoIndustria Cannabis y Cáñamo. Desde los años ochenta impulsa la legalización de los diferentes usos y el desarrollo del cáñamo. Creó distintas organizaciones que actualmente preside. “La relación simbiótica vital de la humanidad con el cannabis debe continuar y nuestra coevolución debe centrarse en prácticas regenerativas para beneficiar la vida, la biodiversidad y la diversidad cultural”.
El Congreso de la ExpoIndustria de Cannabis y Cáñamo, que se realizará en la ciudad de Resistencia, en la provincia del Chaco los días 19, 20 y 21 de noviembre, tendrá un plato fuerte con la presencia de Paul Stanford, uno de los activistas cannábicos más importantes de los Estados Unidos. Su conferencia “La evolución del cannabis desde los primeros 25.000 años hasta nuestro futuro” abordará, por un lado, la historia de la planta y su relación con los pueblos que la adoptaron. Por otro, su extensa trayectoria personal dedicada desde 1978 a dar a conocer los beneficios de los diferentes usos, la actividad empresarial, el cultivo e impulsar marcos regulatorios favorables para el acceso a la salud, el consumo recreativo y el desarrollo de la industria.
Una vida dedicada a la planta
Stanford es oriundo del Estado de Oregon -un estado pionero en la modificación de las leyes antidrogas- y comenzó su activismo a los 18 años cuando asistió a una protesta por la legalización de la marihuana en Washington D.C. En 1984 colaboró en la elaboración de un proyecto de ley con el mismo fin y de ahí en adelante se fue convirtiendo en un activista referente a nivel nacional.
Es fundador y presidente de distintas organizaciones cannábicas. Una de ellas es The Campaign for the Restoration and Regulation of Hemp (CRRH), cuyo objetivo es potenciar al cáñamo en la industria en el plano nacional e internacional. Desde 1988 hasta 1997, importó papel y tela de cáñamo de China a América del Norte y Europa.
Además, en 1999 creó The Hemp and Cannabis Foundation (THCF) y desde aquel entonces su ayuda a pacientes ha sido constante. “Comencé a abrir clínicas médicas y a contratar médicos para ayudar a los pacientes de marihuana medicinal a obtener su licencia estatal para poseer, usar y cultivar cannabis legalmente, lo que todavía hago hoy”, dijo Stanford a Industria Cannabis. “Durante más de 20 años he ayudado a más de 270.000 pacientes, trabajando con 45 médicos en 60 ciudades y pueblos de todo Estados Unidos”, agregó.
Otra actividad que ha desarrollado es la de cultivador con fines medicinales, con licencias de cada estado donde trabaja. La calidad de sus derivados le valió numerosas premiaciones de entidades médicas. “He cultivado marihuana medicinal y he ganado muchos premios por la calidad de mis flores. He cultivado y regalado, de forma gratuita, más de 3.000 kilos de flores de cannabis de alta calidad a pacientes enfermos y moribundos”, remarcó.
Historia y presente del cannabis y el cáñamo
Durante su conferencia en la ExpoIndustria Cannabis y Cáñamo, Stanford hará un recorrido por la historia del cannabis desde los primeros registros hasta la actualidad, con eje en cómo ha impactado la planta en el desarrollo económico, cultural y religioso de las poblaciones.
“Comienzo examinando el desarrollo de la agricultura y la civilización, desde los primeros registros arqueológicos del cultivo de cáñamo que se extendió desde su entorno indígena original en Asia Central. Mi premisa es que los humanos han evolucionado conjuntamente con el cannabis en una relación simbiótica y mutuamente beneficiosa”, destacó.
“Me centro en la historia del cáñamo en varias culturas importantes, los vínculos comunes y el papel importante que tiene el cannabis en las prácticas religiosas culturales de cada uno”, prosiguió. “Me concentro uno por uno en Escitia (región euroasiática habitada por los pueblos escitas en la Antigüedad clásica), Egipto, India, China, Japón, Israel y el judeocristianismo”, puntualizó.
Más cerca en el tiempo, se enfocará en el Siglo XX hasta nuestros días, los paradigmas centrados en el prohibicionismo y el punitivismo y cómo el activismo los ha buscado contrarrestar. “Veremos la historia más reciente de la prohibición del cannabis y los avances realizados para ponerle fin”, dijo Stanford.
La parte final de su presentación se orientará a la industria, el uso adulto y el beneficio que la planta genera en el medioambiente, en tiempos en los que los líderes mundiales del G20 discuten cómo afrontar el cambio climático.
“Mi presentación termina enfocándose en el cannabis para uso medicinal, combustible, fibra, alimento y uso de adultos y cómo el cannabis puede crear empleos y ayudar a detener la deforestación, el calentamiento global y el hambre en el mundo”, enumeró el referente cannábico.
Y concluyó: “La relación simbiótica vital de la humanidad con el cannabis debe continuar y nuestra coevolución debe centrarse en prácticas regenerativas para beneficiar la vida, la biodiversidad y la diversidad cultural”.