La mesa redonda "Cannabis y aspectos pertinentes a la producción en Argentina" abordó las distintas experiencias que se fueron construyendo a lo largo y a lo ancho del país, con los avances y limitaciones, pero sobre todo con la búsqueda de concretar objetivos comunes. Iniciativas de los Estados provinciales, de asociaciones civiles y de organismos nacionales como el INTA.
En el marco de la primera jornada del Congreso de Cannabis 2021 celebrado en Chilecito, La Rioja, y como parte de la mesa redonda "Cannabis y aspectos pertinentes a la producción en Argentina", se pudieron exponer diversas experiencias en las provincias argentinas ya sea como parte de los Estados provinciales, asociaciones civiles u organismos gubernamentales.
Ariel Lucero, director de CanMe San Juan, sostuvo: "venimos realizando un trabajo integrado con las provincias y creo que de esto se trata, de poder empezar a trazarnos objetivos en conjunto". Lucero indicó que, la próxima semana, San Juan comenzará con la siembra. Entre las principales metas que se propone la empresa, se encuentran la investigación, el desarrollo y la innovación en la producción y el uso del cannabis medicinal; así como el acceso igualitario a todas aquellas personas que lo requieran para sus tratamientos y la información a la sociedad sobre el uso de cannabis con estos fines.
El Director de CanMe San Juan sostuvo que, en el marco del modelo productivo, la provincia se distingue por los acuerdos público-privados, la seguridad jurídica "con reglas de juego claras", la estabilidad fiscal de más de 15 años de duración y la existencia de una infraestructura acorde para llevar adelante este tipo de desarrollos.
En la actualidad, existen tres empresas asociadas que trabajan en el predio de la empresa estatal: Green Health, Mediplant y Cann 4.0. En una segunda convocatoria de inversores, se seleccionaron cinco empresas, tres de ellas argentinas, una uruguaya y otra estadounidense. Todas ellas trabajan con diversos modelos de producción. Al respecto, Lucero afirmó que la búsqueda del proyecto sanjuanino "es generar un polo tecnológico alrededor de la industria del cannabis".
A su turno, el presidente de la empresa estatal jujeña Cannava, Gastón Morales, sostuvo que el principio que guió la creación de este proyecto de investigación y producción es el de "garantizar el acceso de la población a productos derivados de cannabis seguros, eficaces, de calidad, de grado farmacéutico y, por sobre todas las cosas, asequibles".
Un aspecto muy interesante de la intervención de Morales tuvo que ver con el marco legal: si bien Jujuy adhirió a la Ley 27350 poco tiempo después de su sanción, también generó una normativa provincial donde se incluyeron nuevos conceptos que permitieran el desarrollo de iniciativas como Cannava. En primer lugar, se definió al cannabis medicinal como un tema de interés sanitario; en segundo lugar, "dejar establecida la ampliación a otras patologías" que hasta el momento no estuvieran incluidas en la ley; en tercer lugar, que la ley provincial le da potestad al Estado jujeño de suscribir acuerdos de cooperación con otros entes del Estado o privados.
Otro de los puntos resaltados por el presidente de Cannava fue la importancia de la estandarización de los cultivos y controlar todas las etapas del proceso de producción fuertemente para generar un producto estable y confiable, en dos sentidos: para quienes usan el cannabis medicinal en tratamientos como para los profesionales de la salud que lo prescriben.
Gabriela Calzolari, presidenta de la Asociación Civil Ciencia Sativa, junto con Marcela Amorosi, del INTA Patagonia Norte, expusieron sobre el proyecto de investigación que llevan adelante a través de un convenio de cooperación técnica. Este tipo de iniciativas es única en el país, con una fuerte vinculación regional con productores y PyMEs locales, que busca el desarrollo de un sistema de trazabilidad exclusivo para cannabis y derivados, así como promueve el desarrollo de un banco de germoplasma nacional de semillas y mejoramiento genético.
En el predio de trabajo que ya cuenta con el cumplimiento de los requisitos de seguridad, cuentan con diferentes niveles productivos-tecnológicos. Uno de ellos es una experiencia de cultivo a campo abierto, otro con un macro túnel realizado por una PyME regional, luego invernaderos con tecnología de control de clima y también invernaderos con tecnología de control de clima y fotoperíodo. "Queremos saber qué calidad de resina generan los diferentes módulos productivos y poder dar respuesta a la sociedad", señaló Amorosi, remarcando que los invernaderos son costosos para cualquier persona que desee cultivar.
Si bien el proyecto tiene un componente principal de investigación y de información, la búsqueda es también la generación de un producto derivado de cannabis al que puedan acceder pacientes y que se inserte en el mercado con una impronta de fortalecimiento de la industria nacional.
El presidente de MisioPharma, Jorge Alonso, aseguró que la empresa estatal misionera tiene la previsión de trabajar con 4500 plantas y que hacia fin de año sumarán cuatro invernaderos, hecho que les permitiría aumentar la cantidad de plantas cultivadas de forma significativa. Destacó la posición estratégica de la provincia en cuanto a sus límites con Brasil y Paraguay, aunque advirtió que primero garantizarán la demanda local de aceites que serán dispuestos de forma gratuita en centros de atención primaria, así como en los principales hospitales provinciales. "El cannabis es un nuevo desafío que va a implicar para la provincia de Misiones tener un nuevo commodity", aseguró Alonso, quien destacó el gran vínculo construido con la empresa Biofábrica, que es donde se encuentran llevando adelante el proceso productivo.
La investigadora del INTA Carla Arizio abordó los proyectos que encabeza este ente en la provincia de Buenos Aires, donde articula con empresas privadas, municipios, ONGs y organismos como la ANLAP o Fabricaciones Militares. A su vez, indicó que el INTA tiene, a nivel nacional, proyectos de mejoramiento genético y un programa de cultivos industriales. Las iniciativas vinculadas a cannabis se centran en la caracterización y obtención de genéticas, la obtención de extractos y derivados y de materia prima estandarizada para otros actores de ciencia y técnica.
Finalmente, Benjamín Enrici, presidente de Agrogenética Riojana, indicó que los aspectos clave para el desarrollo de la industria del cannabis están ligados al marco legal, a una decisión política, a una forma jurídica definida, la existencia de una infraestructura sólida, el tejido de alianzas estratégicas y un proyecto claro. En cuanto a la especificidad de La Rioja, el trabajo que vienen llevando adelante se puede dividir en tres etapas: una de salud pública, otra para la industria y una tercera ampliada a otros sectores, como el turismo o la academia. La visión que se tiene del rol del Estado en este proceso es de dirigir el desarrollo de una industria con soberanía en genética, know how, servicios y productos, así como lograr que toda la cadena de valor se pueda realizar en La Rioja, evitando la primarización.
El Congreso de Cannabis 2021 se extenderá hasta el sábado 2 de octubre, día en el que tendrá lugar la presentación de la Sociedad Argentina de Cannabis y Salud y la inauguración de la planta de Agrogenética Riojana. El evento está organizado por Agrogenética Riojana, Cannamerica y la cátedra libre “Cannabis y Salud” de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).