El 11 de abril el Ministerio de Salud, por medio de la resolución 781/22, creó una nueva categoría para “Productos vegetales a base de cannabis y sus derivados destinados al uso y aplicación en la medicina humana”, haciendo una separación de esta categoría de las médicas medicinales y las medicinales herbáceas. En otras palabras, comienza a establecerse un esquema propio para el registro de productos medicinales de Cannabis, distinto al régimen legal de aprobación de otro tipo de producto medicinal.
En el artículo inmediato después de la categorización se determina que todo producto que contenga más del 0,3% de THC, será considerado psicotrópico y deberá acogerse a dicha normativa. Si bien la normativa fue expedida por el Ministerio de Salud, dando vuelta este enunciado, vemos que estarán permitidos los registros de productos con CBD y otros cannabinoides lo cual nos muestra una norma que regula el mercado más que la salud. La resolución señala directamente con el dedo a quienes serán los posibilitados de producir productos de cannabis para la medicina humana: los grandes laboratorios, ya que este tipo de extracciones requieren de inversiones millonarias tanto en maquinaria como en el desarrollo de los espacios para la producción.
Las distintas variedades de la planta de cannabis presentan múltiples compuestos, entre los cuales se encuentran los cannabinoides. Los distintos cannabinoides en conjunto, realizan el “Efecto Séquito” que produce un efecto terapéutico más completo y menor frecuencia de efectos adversos o no deseados ya que pueden realizar sinergia y modulación de los mismos interactuando entre sí. Lo mismo sucede con otros componentes de la planta de Cannabis como los terpenos, en combinación con los cannabinoides.
Los productos fullspectrum abarcan más variedad de cannabinoides y terpenos, entre otros. Tienen muchos beneficios en la aplicación terapéutica diaria ya que pueden ser indicados en un amplio abanico de patologías. La estructura molecular del THC es igual a la de la Anandamida (Endocannabinoide o cannabinoide producido por nuestro organismo a demanda) y actúa en los mismos receptores específicos de nuestro cuerpo. En ocasiones la producción de Endocannabinoides resulta alterada, en estos casos el THC permitiría regular el equilibrio normal, ingresando con la “misma llave” al sitio específico. El CBD no posee está característica estructural, por lo que su efecto terapéutico es más completo si se encuentra combinado con THC, que potencia su ingreso al organismo y efecto.
Los productos Isolados (cuando se utiliza un solo componente de todos los que tiene la planta, como por ejemplo el CBD) presentan una gran limitación tanto en su producción, como en la aplicación terapéutica. Si bien pueden presentar eficacia, el grupo de patologías a tratar, se encontraría limitado. Cada usarix de la planta de cannabis es unicx y su tratamiento es personalizado, hay varios factores que intervienen en la calidad de vida de las personas, el momento o situación que transitan, su contexto social y económico. El prohibicionismo criminaliza y desinforma, estigmatiza, repercutiendo de forma directa en la salud.
Limitar la accesibilidad de productos Fullspectrum limita el acceso a la salud y su accesibilidad. En nuestro país innumerables pequeños productores, cannabicultores, asociaciones y grupos de militancia vienen produciendo extracciones de cannabis de alto valor para la salud de la población. Son ellos quienes vienen proporcionando los productos, tratamientos y acompañamiento que el prohibicionismo del Estado sigue negando hace tantos años.
Los avances normativos no pueden desconocer este trabajo y deberían contemplar no solo un direccionamiento para el poder económico concentrado de la industria farmacéutica, sino que se debería capitalizar todos estos años de investigación y desarrollo para potenciar a los pequeños productores junto a las economías regionales de nuestra industria nacional. Desde el año 2017 los avances en materia de ampliación de derechos y acceso al cannabis han sido tan vertiginosos como notables.
Este desarrollo normativo, cada vez más veloz, nos muestra que el seguimiento y reclamo a las autoridades deberá mantenerse presente teniendo en cuenta dos ejes principales, la importancia para la salud y la oportunidad inigualable de una industria fértil para las economías regionales y los pequeños productores.
Piero Liebman es Abogado, especialista en Cannabis y Cáñamo.
Magali Avruj Médica Esp. Medicina Interna y Clínica Médica. Posgrado en Cannabis Medicinal.