Una nueva ventana de oportunidad se abre en medios de los desarrollos que se llevan adelante en distintas ciudades de Río Negro. La Cámara de Agricultura, Industria y Comercio (CAIC) anunció la conformación de PROCANNVA, una subcomisión centrada en la producción de cannabis medicinal y de cáñamo industrial. El rol de la vinculación entre diversos actores de la militancia y de la industria y la posibilidad de una reactivación de las economías regionales son dos de los ejes centrales.
La Cámara de Agricultura, Industria y Comercio (CAIC) de la ciudad de General Roca, en Río Negro, incorporó una subcomisión enfocada en el uso del cannabis medicinal y del cáñamo industrial, denominada PROCANNVA. Quienes encabezarán el proceso de trabajo son Alberto Rivero, Julieta Peralta y Luciano Rivera. La subcomisión surgió del trabajo conjunto entre la Cámara, la Confederación Cannábica Argentina (Delegación Patagonia Norte), la Fundación GEN y la Fundación Raíces del Sol.
En diálogo con Industria Cannabis, Julieta Peralta aseguró que el hecho de formar parte de una Cámara fortalece el vínculo institucional con otros entes. El principal objetivo de la subcomisión es la articulación institucional con el sector público y privado, así como en los niveles nacional, provinciales y locales, e incluso internacional “para todo lo que sea información, para estar al tanto de las disposiciones que salen, las regulaciones que se establezcan en el sector y para poder empezar a generar convenios colaborativos con estos entes siempre en pos del desarrollo del cannabis medicinal y del cáñamo”.
Con relación a ese aspecto, Peralta sostuvo que “la Confederación Cannábica siempre brindó muchísima información y estuvo a disposición en todo lo que necesitábamos. Nos ayudaron con escritos y ese apoyo le da mucho peso” a la subcomisión, a la vez que hizo hincapié en que actores ligados al cannabis puedan organizarse.
Otra de las metas que se propone la subcomisión tiene que ver con las actividades de difusión; esto es, encuentros para “concientizar, educar y capacitar a todos los sectores involucrados”. La integrante de la flamante PROCANNVA sostuvo en relación al cannabis medicinal que “la cadena cultivador-usuario-médico se amplía con lo industrial porque tendríamos en el medio la comercialización, la distribución y ni hablar con el cáñamo que se va a ampliar lo productivo”. La idea es “preparar a esos eslabones de la cadena y a la población en general”, dar el debate ante la desinformación o despejar dudas.
El tercer objetivo es impulsar el desarrollo productivo del cannabis medicinal y del cáñamo en el Valle de Río Negro. “Queremos darle prioridad a nuestra zona”, afirmó. La región incluye localidades como Villa Regina, Allen, Cipolletti, Fernández Oro; donde en algunas de ellas ya se están llevando adelante iniciativas como la encabezada por la Asociación Ciencia Sativa. En tanto, San Antonio Oeste y Las Grutas ya cuentan con su propio Registro para cultivadores.
“El potencial de la provincia es muchísimo y sobre todo en el Valle, porque la tierra es muy fértil”. Peralta hizo un recorrido sobre el eje productivo de la región, que desde hace muchos años se dedica a la fruticultura, específicamente en lo referido a la producción de peras y manzanas. “Esta producción empezó a aglomerarse”, señaló, y con el tiempo se pasó de una lógica donde existían muchos pequeños productores a una tendencia hacia la monopolización con grandes grupos controlando el mercado.
En ese sentido, Peralta consideró que desarrollar un marco productivo para el cannabis medicinal y el cáñamo en Río Negro “es muy positivo y es tener en cuenta de nuevo al productor”. En este aspecto, distinguió dos tipos de productores a quienes “darles el reconocimiento como sujeto productivo”: por un lado, los que hace años cultivan la planta para realizar aceites y que se han agrupado para defender su derecho a hacerlo sin que ello implique una penalización, que cuentan con vasta experiencia y conocimiento; por otro lado, aquellos pequeños productores aún no ligados al sector que cuentan con tierras sin utilizar y que, en su opinión, el cáñamo podría constituir una gran alternativa para reincorporarlos al esquema productivo. Además, enfatizó la capacidad fitorremediadora de la planta de cannabis, que contribuiría a sostener la fertilidad de los suelos del Valle y en la presencia de muchos galpones ociosos que podrían volverse operativos para cultivo indoor o secado, por ejemplo.
Peralta valoró la posibilidad que se abrió en la CAIC para conformar este grupo que cuenta con los objetivos y un horizonte claro: el cannabis como sector productivo y oportunidad de fortalecimiento económico para la provincia de Río Negro, pero también como un derecho a tener una regulación que no penalice ni obstruya a quienes cultivan. Resaltó que si bien la Cámara de General Roca hace 90 años se encuentra en marcha, desde el punto cero fueron muy abiertos a la escucha y a la incorporación de este sector productivo que, de a poco y con el esfuerzo de las organizaciones, crece en Argentina y se encamina a tener una legislación que conforme sus reglas claras.