Dos de los principales referentes cannábicos de la isla describieron los proyectos actuales y las chances para instalar a la provincia como referencia turística e industrial.
El perfil industrial y turístico de Tierra del Fuego ofrece un panorama interesante para el desarrollo de la industria cannábica. La provincia más joven y austral del país cuenta con una ley de cannabis medicinal, iniciativas que apuntan a ligar el cannabis con el turismo, buen diálogo entre el Estado, privados y asociaciones civiles, una activa militancia y la reciente creación de la Cámara Cannábica Fueguina que nuclea a emprendedores, comerciantes y productores.
Entre los rasgos distintivos de la provincia, más del 90% de sus cultivos son indoor por sus condiciones climáticas. Además, Tierra del Fuego es rica en turba, materia prima esencial para los sustratos. En el plano productivo, la atracción turística le permite disponer de infraestructura hotelera y gastronómica para recibir a visitantes, y cuenta con industria tecnológica e interés del gobierno en el desarrollo de la industria del conocimiento, dos sectores que podrían potenciar las iniciativas cannábicas.
El festival Chelaweed y el proyecto turístico en Tolhuin
Durante el fin de semana del 27 y 28 de febrero, la tercera edición del festival cannábico Chelaweed reunió a pequeños y medianos productores, artistas, cultivadores y usuarios en la localidad de Tolhuin, ubicada en el centro de la isla, entre las dos principales ciudades de Ushuaia y Río Grande. El festival fue declarado de interés cultural por la Provincia y mostró las posibilidades que tiene Tierra del Fuego para realizar este tipo de actividades.
Pablo Pablo Badaracco, presidente de la asociación civil Raíces del Fuego, es propietario del servicio turístico Chelaeglamping -que ofrece domos para hospedarse y disfrutar de la naturaleza de la isla- y organizador del Chelaweed. En diálogo con Industria Cannabis explicó cuáles fueron los motivos para impulsar el evento.
“Vimos que en la provincia había un montón de locales abiertos al público, tiendas online, pequeños productores, productores de sustratos y nutrientes, entonces planteamos armar una feria para agrupar a toda esa gente para que ofrezcan sus productos directamente al público”, comenzó. “Así surgió Chelaweed, este encuentro cannábico que tiene un campamento donde agrupamos a todos los emprendedores de la provincia, cannabicultores y activistas, y armamos un festival donde también vienen DJ y bandas. La particularidad del último fue que se trató del primero declarado de interés cultural provincial”, destacó.
El Chelaweed reunió a más de 250 personas y allí se realizó la Copa Cannábica del Fin del Mundo.
A mediano plazo, el objetivo de Badaracco y de la Cámara de Cannabis Fueguina es instalar este tipo de servicios en Tolhuin para convertir a esta ciudad de 15 mil habitantes en un polo de turismo cannábico. “Vamos a generar una identidad cannábica, a partir de montar comercios gastronómicos y servicios hoteleros. La idea es que la industria fueguina se instale ahí”, subrayó.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Cannabis Fueguina, Martín Ariznabarreta, coincidió en el potencial que tiene Tierra del Fuego en materia turística. “El turismo cannábico a nivel mundial está en alza y esta provincia tiene que ser pionera en Argentina porque tiene todo para ofrecer. Ya tenemos infraestructura hotelera y gastronómica, comercios del sector y la voluntad y calidad humana para tener un turismo cannábico de primer nivel. Hay que sentarse y avanzar en los proyectos”, dijo a este medio.
Tierra del Fuego es un destino turístico importante del país. En esta temporada de verano recibió a 200 mil turistas y la ocupación hotelera llegó al 90% en el mes de enero, manteniéndose entre el 70% y el 90% durante todo el verano, según datos del Instituto Fueguino de Turismo.
La industria
Además del turismo, otra de las principales actividades económicas de Tierra del Fuego es la industrial, sobre todo aplicada a productos electrónicos como televisores, celulares y equipos de aire acondicionado. Esta actividad se impulsó con un régimen especial fiscal y aduanero (Ley 19640 de 1972) que permitió la instalación de empresas y aumentar la población en la isla.
Los emprendedores fueguinos buscan que ese perfil industrial incorpore al cannabis, una vez que el Congreso de la Nación apruebe la ley para industrializar la planta y sus productos.
“El cannabis es una herramienta para levantar la economía del país y de la provincia. La pandemia dejó a mucha gente sin trabajo en el turismo, la gastronomía y las fábricas”, advirtió Badaracco. “El 65% de los habitantes de la isla trabajan en el sector privado y las dos grandes partes son la hotelera-gastronómica y la industrial. Si incorporamos el cannabis a la ley 19640 y si se avanzan con proyectos para ampliar la matriz productiva, deberíamos ser en muy poco tiempo una base para todo lo que es la industria productora de luminaria, carpas y parafernalia”, remarcó el emprendedor.
Otro sector pujante para el cannabis es la industria del conocimiento, que permite visualizar todos los aspectos de la cadena de valor y garantizar calidad desde la siembra hasta la venta. El Gobierno de Tierra del Fuego resaltó recientemente que apunta a “ser la capital de la industria del conocimiento”.
Proyectos en carpeta
Ariznabarreta y Badaracco destacaron el aceitado diálogo con el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la provincia. En la mesa participan también la asociación Raíces del Fuego, la Universidad de Tierra del Fuego y la Cámara de Cannabis Fueguina.
El objetivo es llevar adelante cultivos en conjunto con fines de investigación. “La isla tiene la particularidad de que hay muchos galpones de fábricas abandonados, por eso trabajamos en proyectos para que allí se puedan hacer cultivos”, detalló Ariznabarreta, quien enfatizó las posibilidades de los emprendedores y productores fueguinos. “Tenemos todo para poder hacer algo bueno en indoor. Además acá ya hay gente trabajando en luminarias, carpas de cultivo, sistema de cultivo automatizado, nutrientes, parafernalia, cervezas artesanales con terpenos, indumentaria y ni hablar sustrato, porque Tierra del Fuego es la provincia de la turba”, concluyó.
Por último, en el plano normativo Tierra del Fuego adhirió a la ley de cannabis medicinal 27.350. Luego, en 2021 la Legislatura aprobó la ley 1277 que amplió la adhesión: incorporó un registro provincial, la cobertura de la obra social provincial para acceder a los aceites y el aumento tanto de las genéticas como de las patologías para atender. Actualmente las asociaciones reclaman la reglamentación de esa norma.