A cinco años del inicio de la venta de cannabis de uso adulto en farmacias, en Uruguay apuntan a ampliar la cantidad de puntos de dispensación. Además, a casi diez años de la sanción de la Ley 19.172 de regulación integral, se duplicó el respaldo de la población a esa normativa. Cuál es el análisis que realizan al respecto en el país vecino.
En Uruguay se cumplen cinco años del inicio de la dispensación de cannabis de uso adulto en farmacias, una de las tres vías que establece la Ley 19.172 de regulación integral del mercado de cannabis sancionada en 2013. Las otras dos corresponden al cultivo doméstico y los clubes de membresía. La legislación vigente permite que las personas mayores de 18 años, ciudadanos uruguayos o residentes de Uruguay, puedan acceder solo por una vía.
De acuerdo con un informe del Instituto de Regulación y Control del Cannabis (IRCCA), el sistema cuenta con 49.630 adquirentes registrados para farmacias. En julio de 2017, al inicio de la habilitación de este esquema de venta, había 4.711 registrados. Un año después eran 24.324 y el número no dejó de crecer. Con respecto a las farmacias, el informe consigna que la cifra fue más fluctuante, pero se estabilizó a fines de 2021: pasaron de 16 puntos de dispensación a 28 lugares de venta distribuidos por el país. Por su parte, son 14.035 las personas registradas para el autocultivo.
El cannabis que se encuentra disponible en farmacias es producido por dos empresas (Faiser y Jabelor), con una tercera a punto de sumarse (Legiral). Estas empresas tienen a su cargo los procesos de cultivo, cosecha, secado, empaque y distribución. La presentación del producto es en paquetes de 5 gramos de flores secas sin moler ni prensar, a un valor de 390 pesos uruguayos. Las variedades ofrecidas al público son ALFA, con predominancia índica, y BETA, con predominancia sativa. Ambas contienen un porcentaje de THC menor o igual al 9% y un porcentaje de CBD igual o superior al 3%.
A futuro, el IRCCA tiene como objetivo el fortalecimiento del sistema de adquirentes en farmacias; esto es, la incorporación de nuevos puntos de dispensación que ofrezcan una cobertura territorial más amplia y la introducción de nuevas variedades de cannabis para la venta.
En diálogo con Industria Cannabis, Mercedes Ponce de León, activista y fundadora de ExpoCannabis Uruguay y Cannabis Business Hub, sostuvo que si bien existen ciertas complejidades a nivel de regulación integral, la dispensación de cannabis en farmacias ha sido un proceso bastante exitoso. “El sistema de expendio en las farmacias nuclea el 70% de los registros, esto significa que dentro de los usuarios registrados la gente igual elige mayoritariamente la compra en farmacia”, puntualizó.
En los últimos días se conoció que el partido Cabildo Abierto –que forma parte de la coalición que actualmente gobierna el país vecino– impulsa la eliminación de la norma sancionada en 2013, basado en el discurso de la guerra contra las drogas. Si bien es una expresión marginal que busca apuntalar su postura y diferenciarse de otros dirigentes de la coalición, el intento tendrá varias limitaciones: la poca cantidad de bancas que ocupan y los acuerdos que deberán construir, la negativa pública del presidente Lacalle Pou a hacer cambios en la ley y un apoyo creciente en la sociedad a la regulación del cannabis.
Sobre este último punto, una encuesta de la consultora Cifra sostiene que el apoyo a una regulación de la venta de cannabis de uso adulto se ha duplicado en diez años. Actualmente un 48% de los uruguayos se encuentra dentro de esta perspectiva, mientras un 45% se opone. En 2012, tan solo un 22% se encontraba a favor y un 66% en contra. Además, según el Observatorio Uruguayo de Drogas, la regulación ralentizó la edad de inicio del consumo de marihuana, que en 2011 era de 18,3 años y en 2018, cinco años después de la sanción de la ley, subió a 20,1 años.